Hay preguntas y temas del uso diario sobre las cuales son muchas las personas que se creen expertos, y se consideran ejemplos vivientes de la felicidad. Si es así, les felicitamos, porque estamos en presencia de una de las palabras, emociones, sentimientos, más complejas y confusas de definición, conque se hayan encontrado la psicología, la filosofía, la sociología, y otras ramas del conocimiento humano. Pero, como ocurre siempre (casi), al reorganizar nuestros pensamientos, al establecer un “orden” semántico, y al redefinir significados y los significantes, para orientarnos puede servirnos. Dijo un optimista y pensador: ¡”Pensemos, que alguna idea se nos apega”!

Para comenzar, preguntemos: ¿Qué es y qué no es felicidad?

La palabra felicidad es confusa. Para algunos, quizás una mayoría dominante, “felicidad es bienestar”. Para otro grupo, felicidad es comodidad, seguridad, status, ser reconocido, ser importante, ser propietario, pertenecer a un grupo o sociedad; y así, otros conceptos varios. ¿Pero es esto felicidad? ¡No siempre! ¡Felicidad puede ser un sentir fugaz, pasajero, breve, de bienestar, que termina; pero que nos puede hacer felicidad, al recordarlo!

En una mayoría de estos casos, muchos viven y disfrutan estos logros, “pero sienten vacíos en sus vidas”: ¡Vacíos del ser, del sentir, que no se llenan con tener! ¡Porque, tener no es ser, y menos aún, sentir! ¡No somos felices por el sólo hecho de tener!

“Podemos estar llenos (de tener), pero no llenos de ser”. ¡Este detalle es clave! Están hartos de logros, llenos de cosas, pero se sienten fallos en ser. Están incomodos, desanimados, y buscan un sentir extra, intenso, diferente: Aun hartos, no sienten plena satisfacción. Esos vacíos del ser impulsan a buscar la felicidad, aunque estemos saciados, aun teniendo todo, o casi todo. La felicidad está cerca de la tranquilidad, de la serenidad, de la calma, de correr, bailar, luchar, de carecidas cosas; pero no logramos felicidad, “per se”, por estar activos en esas actividades. Y menos aún logramos felicidad por estar apurados, ansiosos, recargados, expectantes. No podemos dejar sólo ni vacío (de sentir) a nuestro Ser. ¡Y menos, si sufre en sus emociones!

La felicidad colma al corazón, genera emociones positivas y la paz interior, disfrutada. En cada instante de felicidad hay plena conexión con la vida, sin miedos que no entendamos. Cuando la felicidad nos colma, estamos protegidos por la seguridad de los mejores sentidos.

Felicidad y vida se viven con nuestra gente, (al sentirles) con el mundo y la vida, a plenitud: ¡Esto hace la gran diferencia que existe entre ser distintos, pero no distantes! Lo primero se refiere a que estando aun con diferencias, nos sintamos positivos, tolerantes, diversificados, reconocedores, virtuosos de sentir amor. Lo segundo, es que aun sustraídos nosotros de los demás, y de nosotros mismos, sigamos con total bienestar y ventajas de una vida al máximo.

Un toque de tensión interior nos vigoriza a ser eficientes y productivos, y nos mantiene en disfrute, en un “toque” de felicidad. Al sobrepasar esa tensión, viene el malestar, ansiedad, que limita la atmosfera grandiosa de la felicidad, del vivir haciendo lo que nos llena. Esto no lo fija una regla automática, ni está escrito. Los limitantes los pone cada quien, a su manera. Por eso, la felicidad no se aprende, ni se masifica; es un tesoro, a salir a buscar.

Dijo Jean Paul Sartre, “yo soy como tú me miras”, y en eso tanto nosotros, como los demás, influimos para sentirnos felices, más que los beneficiarios de circunstancias, de la suerte, y de hechos de azar. Toda persona que sienta, que aporte, apoye, colabore en su vida, cuenta con una sólida base para triunfar, aun a una velocidad pequeña, al principio. ¡Hay personas, algunas sencillas, insignificantes, y por ellas vivimos momentos intensos e inolvidables, que podríamos considerar de felicidad! Encuentros de felicidad que aceleran el saneamiento del sufrir emocional: La felicidad auténtica, ES terapéutica. “Sanaremos el sufrir emocional, al vivir más instantes de felicidad”. ¡Facilitemos encuentros de felicidad!




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