Vecinos y comerciantes de la avenida Branger pidieron a las autoridades competentes asfaltado para las calles repletas de huecos.
Carlos Pérez transita todos los días por la concurrida Branger y no recuerda exactamente cuándo fue la última vez que arreglaron la avenida. “Creo que tiene seis o siete años así. Nunca la han acomodado”.
Como conductor a Carlos le preocupa el desgaste prematuro de su vehículo cada vez que recorre la calle intentando en vano esquivar las troneras. El temor a que se espiche un caucho y quedarse accidentado en plena vía es inevitable. Los otros transeúntes, por su parte, le tienen miedo a los repentinos frenazos de los vehículos que intentas evadir caer en un hueco. “Aquí se han caído muchos motorizados, han atropellado a personas y hasta a los mismos perros”, comentó otro vecino del sector.
Los comerciantes de la zona también desean que la problemática se solucione. Amira Suárez, dueña de una quincalla, cree que la falta de mantenimiento de la calle es una de las razones por la cual ha estado perdiendo clientes. “No es sólo la crisis económica o la pandemia, sé de personas que no les gusta meterse por aquí porque les sale más caro quedarse accidentados que comprar en otro lugar”.
Mina de huecos en Barrio Libertador
Los sectores aledaños a la avenida Branger también están minados de huecos. En el Barrio Libertador de la parroquia Santa Rosa los vecinos claman por la recuperación de las calles.
José Espinoza, ante el caso omiso de las autoridades, tuvo que rellenar con arena los agujeros frente a su casa. En los últimos meses ha visto que en su comunidad han proliferado más agujeros y cree que tiene que caer con el incremento del tránsito por la cercanía a la estación de servicio Michelena. “Ahorita se están dañando más las calles porque pasan muchos carros de la cola”.
