Ni clara, ni abundante, ni mucho menos potable, así llega el agua en las urbanizaciones que conforman la parroquia San José de Valencia, del estado Carabobo. Desde hace varias semanas el agua que entra por las tuberías de las urbanizaciones del Gran Trigal, comenzó a verse sucia, turbia y con un fuerte hedor, dejando residuos de barro color negro, fétido y pegajoso.
Así se observa en los tanques y filtros de las casas y apartamentos, lo que al pasar de los días se ha ido agudizando, razón por la cual algunos de los afectados comenzaron a quejarse a través de las redes sociales.
Como era de esperarse, el ambiente se fue tornando cada día más preocupante, al punto de considerar que se trataba de un verdadero caso de insalubridad pública.
“El agua que envía Hidrocentro pone en peligro la salud de los vecinos”, comenzaron a compartir los mensajes entre los tuiteros, aunque los reclamos no se hicieron sentir ante los entes gubernamentales.
Por ello un grupo de vecinos organizados decidió realizar una protesta pacífica en el emblemático semáforo de El Trigal y un twitazo, con el fin de llamar la atención de las autoridades.
El ingeniero Germán Chipre, representante de los vecinos pidió compartir la convocatoria para el resto de las familias de la parroquia San José, dada la gravedad de la situación, con respecto al mal estado del agua que está enviando por las tuberías Hidrocentro.
Un caso particular fue el que se vivió en el Edificio Suite 123, ubicado en la Calle 123, entre Av. Bolívar Norte y Calle Montes de Oca, al lado de la entrada del rectorado de la Universidad de Carabobo.
Presencia de excremento en sus aguas
En estas residencias los vecinos encontraron evidencia de excremento en sus aguas, además de un fuerte olor a cloaca, lo que ameritó con urgencia el vaciado y mantenimiento del tanque de almacenamiento que suministra el líquido vital a los apartamentos, con el fin de evitar que esto se convierta en un foco de contaminación y amenace la salud de decenas de familias.
Recolección de firmas con vecinos
Este martes en horas de la tarde, se realizó una jornada de recolección de firmas con vecinos de La Trigaleña, Trigal Centro, Trigal, Norte y Trigal Sur, donde se lograron un total de 623 formas en dos horas, recalcó Chipre, quien precisó que esta semana continuarán con las firmas hasta abarcar una mayoría.
La falta de calidad del agua, la cual que de paso reciben a cuenta gotas, carece de las propiedades de salubridad adecuadas, en cuanto a color y olor.
Turbia y mal oliente llega el agua
“El agua que llega a nuestros hogares es turbia y mal oliente, con visibles materias orgánicas de origen desconocido”, subrayó Chipre.
En consecuencia, ante esta grave situación, los vecinos se proponen elevar las denuncias ante las respectivas instancias gubernamentales.
Apelan a sus derechos civiles y constitucionales
Los vecinos apelan a las derechos civiles y constitucionales, que como venezolanos los amparan y les dan derecho a contar en sus casas con agua potable y salubres, contempladas igualmente en otras leyes vecinales.
La violación a estos derechos llevó a un grupo de vecinos de el Gran Trigal a dirigirse ante los entes públicos responsables de hacer que estas leyes se cumplan, tales como el Ministerio Popular para el Ecosocialismo (Minec), Hidrológica del Centro (Hidrocentro) C.A., Ministerio de Aguas, Gobernación de Carabobo y otros.
Demandan que el esfuerzo se intensifique
Los vecinos en las misivas exigen que el esfuerzo se intensifique para que de una vez por todas el agua llegue suficiente y limpia por sus tuberías, toda vez que por este servicio público se cobra una contraprestación que no ha dejado de ser pagada, impactando negativamente su ámbito económico.
Vale decir por los gastos extras que la falla del servicio acarrea, como son equipos, insumos y bienes que han debido ser adquiridos, para palear la falta de distribución de agua potable (tanques, bombas, químicos); además de pozos artesanales y todas las desventajas que ello pudiera acarrear).
Los vecinos sostienen que estos dobles y hasta triples gastos, no solo los afecta a nivel económico sino también de la salud, física y emocional, lo que constituye otro derecho humano que se ve violentado ante esta situación que data desde hace varias semanas.
