Entre las fechas patrias el 19 de Abril de 1810 posee un significado sobresaliente. Durante muchos años fue más celebrado que el 5 de Julio y estuvo fijada como el día en que tomaban posesión los presidentes de la República.
Acontecimientos dentro y fuera del territorio integrado administrativamente apenas treinta y tres años antes, confluyeron para que el Cabildo de Caracas tomara tan trascendente determinación. La comprensión de la situación internacional por parte del liderazgo fue decisiva en aquel primer paso del proceso que en 1811 se transformaría en soberanía y derecho. Nuestra Constitución sería la tercera en el mundo. Un fermento interno había, evidente en el alzamiento de Chirinos en 1795, la conspiración de Gual y España en 1797 y los movimientos mirandinos de 1806. Entre los criollos crecía la inconformidad que se sentía animada por las ideas francesas y la novedad norteamericana. Vieron en la invasión de Napoleón a España y la capitulación borbónica en Bayona la oportunidad para tomar la iniciativa. Audacia y prudencia nunca estuvieron tan bien combinadas.
Las ideas liberales florecen en España en las Cortes de Cádiz de 1812, otra habría sido la historia para “los españoles de ambos hemisferios” como prescribía “La Pepa” de haberse impuesto antes. Tarde y mal llegaron pues Fernando VII que jurara cumplirlas, velozmente pasó en 1814 de “Deseado” a “Rey Felón”. Aquí nunca tuvieron efectiva vigencia sus disposiciones progresistas, primero por el militarismo de Monteverde y luego por las feroces legiones de José Tomás Rodríguez Boves quien al servicio de la Corona inaugura el populismo por estos lares.
Protagonista el 19 de Abril fue el Cabildo, institución que en el decir de Briceño Iragorry había sido “la primera manifestación de la voluntad autonómica del Conquistador”, pues la verdad es que antes que República hubo municipio y si bien no eran aquellos cuerpos democráticamente electos, sí expresaron los sentires de una realidad con aspiración de nueva que se abría paso. No deben los concejos municipales venezolanos, sucesores históricos de aquel ayuntamiento caraqueño, olvidar hacer honor a ese hermoso antecedente. El año siguiente un Congreso electo tomaría el testigo con la Independencia y la Constitución. Fue así político y civil el inicio de nuestra andadura republicana. Al quedarse corta. fracasó la política. Vendría la guerra, atinadamente definida por Bolívar como el compendio de todos los males
