Luis impuso varios récords defensivos para un campocorto en las Grandes Ligas (Foto Archivo)

AVN

Este martes, 12 de agosto, se cumplen 30 años de la exaltación de Luis Ernesto Aparicio Montiel al Salón de la Fama del Béisbol de las Grandes Ligas (MLB, por sus siglas en inglés), que selló la brillante carrera del pelotero venezolano.

Aparicio, el primer y único venezolano en tener una placa en el Museo de Cooperstown, ganó en total nueve guantes de oro, hazaña superada después por otro gran campocorto venezolano, Omar Vizquel, quien alcanzó ganar 11 premios.

El jugador venezolano dominó por nueve años consecutivos el renglón de bases robadas en la Liga Americana. En total estafó 506 almohadillas.

Luis impuso varios récords defensivos para un campocorto en las Grandes Ligas: más partidos jugados, con 2.581; más lances, con 12.564; más dobleplays, con 1.553, y más asistencias, con 8.016. Además, participó en 10 juegos de estrellas.

Carrera en la pelota criolla

Aparicio dio sus primeros pasos como pelotero en la Liga Profesional de Béisbol Venezolano, exactamente el 18 de noviembre de 1953 con el equipo Gavilanes de Maracaibo, que pertenecía a la desaparecida Liga Occidental.

Ese 18 de noviembre, el estadio Olímpico de Maracaibo contaba con la presencia de más de 7.000 espectadores. Ese día, uno de los mejores peloteros de Venezuela anunciaba su retiro Luis Aparicio Ortega, «El Grande», quien entregó el bate que éste usaba a su hijo, Luis Ernesto, y cuando le tocó defender la misma posición que él, le entregó su guante, sin saber que sería el inicio del único venezolano inmortalizado en el Salón de la Fama de las Grandes Ligas.

Desde entonces, Luis Ernesto jugó en Venezuela durante 13 temporadas, repartidas entre las divisas Leones del Caracas, Tiburones de La Guaira, Águilas del Zulia, Tigres de Aragua y Cardenales de Lara.

En el béisbol amateur, Luis vio acción desde muy joven con las novenas Valdespino de Caracas, La Deportiva, y Garaje La Principal.

Luego de su paso por la pelota venezolana y el béisbol estadounidense, tras su retiro como pelotero activo, Luis siguió vinculado a la pelota como mánager.

En Venezuela, el zuliano se encargó de dirigir a varios equipos criollos: Águilas del Zulia, Cardenales de Lara, Navegantes del Magallanes, Petroleros de Cabimas y Tiburones de La Guaira.

Primeros pasos hacia Cooperstown

En 1954 viajó a Estados Unidos para jugar en las ligas menores, defendió la camiseta del Waterloo y a la siguiente temporada jugó en Memphis «AA».

Luego, en 1956, Aparicio recibe el llamado de los Medias Blancas de Chicago, para sustituir a otro jugador venezolano, al campo corto Alfonso «Chico» Carrasquel.

Debutó el 17 de abril de 1956, en las filas de los Medias Blancas (White Sox) de Chicago. Aparicio, quien nació el 29 de abril de 1934, se convirtió en el sexto criollo en jugar en las mayores.

En su partido debut, ante los Indios de Cleveland, enfrentó a su paisano Alfonso «Chico» Carrasquel, quien un año antes (1955) defendió los colores de los patiblancos, y entregó el testigo a Luis, a quien el propio Chico ya consideraba como un gran pelotero.

Fue un juego reñido que culminó 2-1 a favor de Chicago. Ese mismo día, el pelotero de 21 años conectó su primer imparable en las mayores. Lo hizo en su tercer turno al bate, con un hit hacia el jardín izquierdo ante el lanzador Bob Lemmon.

Momentos que marcaron su carrera

Después de ese inolvidable debut, Luis jugó durante 18 temporadas continuas en la Gran Carpa, desde 1956 hasta 1973. Ese primer año en Chicago, ganó el premio Novato del Año en la Liga Americana, primer latinoamericano en alcanzar tal proeza.

El criollo jugó con los patiblancos hasta 1963. Ese año fue cambiado a los Orioles de Baltimore, organización que representó hasta 1967.

Al finalizar esa temporada, Aparicio regresó a los Medias Blancas, donde jugó entre 1968 y 1970.

En su décima tercera campaña como grandeliga, exactamente el 15 de mayo de 1969 en el estadio de Detroit, el originario de Maracaibo, se convirtió en el primer venezolano que llegaba a conectar 2.000 hits en el béisbol mayor.

Luego fue cambiado a los Medias Rojas de Boston, equipo con el que se uniformó desde 1971 hasta su retiro en 1973.

Aparicio, quien ganó la Serie Mundial con Orioles en 1966, era considerado en su momento como uno de los mejores y más veloces campocortos de todos los tiempos.

Hazañas personales

En 18 temporadas, Luis Aparicio dejó números dignos de admirar, destacan los 1.553 dobleplays que realizó, 8 años consecutivos líder de fildeo; más outs de por vida (4.548) para un shortstop en su Liga; récord en la Liga Americana como estafador de bases durante 9 años consecutivos (1956-1964); ganó nueve guantes de Oro entre 1958 y 1970; cuarto lugar entre los latinos con 2.677 imparables.

Durante su andar por las Grandes Ligas, Aparicio conectó 394 dobles, 92 triples, 83 jonrones, remolcó 791 carreras, se robó 506 bases, recibió 736 boletos y registró promedio de .311 con el madero.

En su primera temporada con Chicago, Aparicio fue designado Novato del Año y quedó en la posición 25 de la votación a Jugador Más Valioso.

En siete campañas con los Medias Blancas ganó cinco Guantes de Oro, luego pasó a los Orioles de Baltimore, donde obtuvo otros dos galardones defensivos más.

En 1969 el zuliano, de vuelta en Chicago, se constituyó en el jugador con mayor número de cotejos defendiendo el campocorto, con 2.219, superando al legendario Luke Appling y se hizo acreedor de dos Guantes de Oro más para su colección.

Inmortalizado

Después de su retiro, luego de seis años como candidato, el 12 de agosto de 1984, el criollo quedó primero en las votaciones para ingresar a Cooperstown con 341 unidades, el 84,62% del total. Ese año lo acompañaron Harmon Killebrew y Don Drysdale como nuevos miembros del Salón de la Fama.

En su primer año de elección al Salón de la Fama, en 1979, cinco años después de su retiro, Aparicio compitió contra el legendario Willie Mays, quien también se hallaba en su primer año de candidatura.

Aparicio frecuentemente participa en actividades con las que se rinden honores y homenajes a los mejores peloteros de las Grandes Ligas.

Una de las más destacada fue la invitación que le hicieron en la Serie Mundial de 2005, donde fue el encargado de realizar el lanzamiento inaugural de la gran final del béisbol de ese año. Esta serie tuvo como característica ser la primera en la que participaban los White Sox desde 1959, cuando Aparicio defendía la camiseta de los Medias Blancas en el campocorto.

Esa serie de 2005 resultó con el Campeonato Mundial para Chicago, bajo la dirección del venezolano Oswaldo Guillén, quien en su carrera como pelotero activo también se vistió como shortstop de los patiblancos.




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.