La escasez ha obligado a valencianos a pensar en otras opciones para servir la mesa. (Foto Andrews Abreu)
Yuraidith González
Las neveras y congeladores de supermercados de Valencia lucen vacíos. La ausencia de carne, pollo y pernil es evidente. Caras de sorpresas abundan ante la situación de escasez de estos rubros que no pueden faltar en la mesa del venezolano. Chuletas de cerdo, jamón y queso son algunos de los alimentos que ocupan los frigoríficos.
Doris Manzanares lamentó que el venezolano tenga ahora que ingeniárselas para encontrar los alimentos y en ocasiones, cuando tiene suerte, comprarlos a un alto precio. Tras visitar varios recintos, observó que el pollo y la carne, cuando se encuentran, resultan más caros en las carnicerías.
Otros valencianos como Lorent Selin prefieren sustituir algunos alimentos en la cena navideña debido a la escasez de pernil y de carne para el asado. Considera el pavo como una opción que, aunque es más sana, su precio está por las nubes. En un solo comercio al norte de Valencia el precio del pernil estaba en 313 bolívares el kilo.
De acuerdo con la Gaceta Oficial Nº 40.166, publicada en mayo de 2013, el kilo de pavo, entero o picado, debe venderse en 18,73 bolívares; la pechuga en 28,84 bolívares; el muslo con hueso en 22,64 bolívares y el muslo sin hueso en 39,62 bolívares. Pero desde el año pasado, los comerciantes del rubro expenden el producto sobre los 55 bolívares, debido a que consideran imposible expenderlo al monto regulado.
Productos del hogar en la lista
Jabón en polvo para lavar, suavizantes, lavaplatos líquido y en crema, siguen ausentes de los anaqueles de los supermercados de Valencia.
A pesar de que en septiembre la Superintendencia de Precios Justos publicó una providencia administrativa con los ajustes del Precio Máximo de Venta al Público (PMVP) de productos de limpieza para el hogar como cloro, lavaplatos y desinfectante, la escasez de estos persiste.