AFP
Un gigantesco manto de flores multicolores tapiza el desierto de Atacama, el más árido del mundo en el norte de Chile, con una intensidad no vista en varias décadas, un maravilloso efecto del fenómeno de «El Niño».
Sobre las inmensas laderas desérticas, florecieron miles de especies de flores de color amarillo, rojo, blanco o violeta, que han llenado de color este inmenso espacio vacío que en esta época alcanza temperaturas por sobre los 40 grados Celsius.
Miles de ‘suspiros de campo’ en tonos violetas y blanco y ‘añañucas’ amarillas emergen para vestir de color a la habitual palidez de sus tierras.
«Este año ha sido particularmente especial, porque la cantidad de agua que ha caído ha hecho que sea tal vez el más espectacular de los últimos 40 o 50 años«, dijo a la AFP Raúl Céspedes, museólogo y académico de la Universidad de Atacama.
El fenómeno ha sido muy beneficioso para la región, que registra un aumento de 40% en la visita de turistas.
«Es muy inusual. Hemos venido a desayunar con las flores. Venimos de Inglaterra conduciendo alrededor del mundo«, narra a la AFP Edward Zannahand, turista inglés que disfrutaba del paisaje.