Otra víctima del Gobierno, así comenzó el relato de la muerte de Lucrecia Flores de 72 años que hizo un amigo de la señora. Fue arrollada cuando llegaba la noche del miércoles a hacer cola para comprar alimentos en un mercado de San Diego.
Todos los miércoles salía de su casa en la residencia Naile al sur de la ciudad hasta al supermercado Hyperlider en San Diego, era su rutina desde que comenzó la escasez de alimentos.
Por su terminal de cédula le correspondía comprar los jueves, pero debía llegar un día antes para marcar la cola.
En las adyacencias del supermercado, es normal ver personas durmiendo en el piso desde la noche anterior al día que le corresponde adquirir los alimentos.
Su edad no fue impedimento para ir todas las semanas, la necesidad de la comida le quitó la vida. A las 8:00 p.m. intentó cruzar la avenida Don Julio Centeno, frente al Hyperlider, no se percató que venía un automóvil que accidentalmente la arrolló.
Se trataba de un Aveo gris donde conducía una joven de aproximadamente 25 años, la chica se detuvo para ayudar a la señora, al ver su estado de gravedad sufrió un ataque de pánico.
Llamó a la ambulancia que trasladaría a la señora hasta el Hospital de Carabobo, pero llegó sin signos vitales.
Un conocido de la víctima comentó que hace una semana Flores había perdido uno de sus tres hijos. La recuerda cómo una persona alegre y llena de vida.
“Aunque el Gobierno diga que no pasa nada en el país, Lucrecia murió por comprar tres kilos de azúcar, ¿cómo es posible?” detalló.
La joven que conducía fue detenida por el cuerpo de tránsito de Los Guayos.