Sobre su cama, boca abajo y con medio cuerpo en el suelo hallaron muerto a Rubén Calvo, famoso pintor carabobeño, quien presentó señales de estrangulamiento con unas trenzas de zapatos, propinadas por un sujeto aún desconocido.
El suceso ocurrió en el edificio Menorca, en la parte trasera del Centro Comercial Shopping Center, calle Los Árboles de Prebo. Calvo, de 59 años, llevaba 27 años como propietario del apartamento y vivía solo. Para ganar más dinero alquilaba una de sus habitaciones y durante los últimos 6 meses un joven la ocupaba.
El crimen debió ocurrir el sábado en la noche, afirmaron vecinos que lo vieron ese día. Las sospechas se dispararon cuando en el transcurso de la tarde del domingo la hermana del fallecido se extrañó al no recibir la llamada diaria que este le hacía a las 3:30 p.m. Al intentar contactarlo no obtuvo respuesta, por lo que se aproximó al edificio, subió hasta el piso 10-2 y entró al apartamento 10-2. No habían señales de cerraduras forzadas, pero al entrar al cuarto se sorprendió.
El Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) confirmó las causas de muerte. La comisión se aproximó al sitio a las 8:00 p.m. y pidió las grabaciones de la entrada de la residencia y del ascensor. Los funcionarios presumen que el culpable o tenía llaves de todas las puertas o entró en compañía de la víctima.
Para poder llegar hasta el apartamento de Calvo se necesita pasar varios mecanismos de seguridad. El primero es el de la garita de vigilancia, apostada en la entrada de la calle ciega, en donde se ubica el portón. Luego la puerta del edificio custodiada por un vigilante, después se debe atravesar otra puerta que da paso a los ascensores que funcionan con llave magnética. Después se deben bajar unas escaleras y atravesar un largo y angosto pasillo hasta encontrarse con el departamento.
El inquilino está desaparecido. Los vecinos afirman que el individuo trabaja en un importante almacén de telas de la ciudad. El Cicpc y los conocidos lo apuntan como el presunto responsable de lo ocurrido.
El cuarto de Calvo era un caos. Todo estaba revuelto y varias cosas habían desaparecido: Dinero, identificaciones, comida, celulares y la ropa del artista, quien sólo llevaba puestos unos shorts. La sala estaba un poco desordenada y los gabinetes de la cocina abiertos y sin productos.
Los familiares acudieron en la mañana a la vivienda para cambiar los cilindros de la puerta y evitar que otro desconocido entrara. Hasta los momentos se desconoce cuando será velado el cuerpo.
Rubén Calvo no estaba casado y no tenía hijos. Estaba dedicado al arte, expuesto en las paredes de su hogar, en donde alguien lo ahorcó con unas trenzas de zapatos. El Cicpc inició las investigaciones para encontrar al culpable.