El Parlamento israelí votó una ley este jueves para limitar los poderes de la policía israelí en los casos de presunta corrupción, con el apoyo del primer ministro, Benjamin Netanyahu, salpicado por este tipo de asuntos.
El proyecto de ley fue aprobado tras un maratónico debate por 59 votos a favor y 54 en contra, de 120.
La ley prevé que la policía ya no pueda recomendarle al fiscal general inculpaciones tras sus investigaciones.
Netanyahu aceptó que el texto inicial fuera modificado y que no se aplique a los casos por los que él fue interrogado en siete ocasiones por la policía en los últimos meses.
Estos casos, que han sacado a la calle a miles de manifestantes, llevaron al primer ministro a acusar a la policía de posicionarse y de haber querido «aparentemente» su inculpación desde el comienzo de las investigaciones, pese a que los hechos prueban que no hay nada.
Además, advirtió de antemano que no pensaba dimitir si la policía decidiera recomendar su inculpación.
En una de las investigaciones, Netanyahu es sospechoso de haber recibido ilegalmente regalos de personalidades muy ricas por valor de decenas de miles de dólares, según los medios.
En otro caso, es sospechoso de haber intentado alcanzar un acuerdo secreto con el propietario del diario Yediot Aharonot para obtener una cobertura favorable del rotativo.
Según el promotor del proyecto de ley, David Amsalem, del partido Likud -el de Netanyahu-, el texto solo persigue proteger los derechos y la reputación de los sospechosos.