La tradición se mantiene. Aunque no hubo la típica cantidad de fieles, este Domingo de Resurrección se realizó la Bendición del Mar con una petición especial por soluciones a los problemas del país.
Así lo expresó monseñor Saúl Figueroa Albornoz, obispo de la diócesis de Puerto Cabello, al culminar la ceremonia marcada por mucho sentimiento.
“Ojalá que esta pascua del señor nos ayude a que seamos personas más conscientes, serviles y comprometidas para ayudar a buscar soluciones a los problemas del país”.
Recordó que la Bendición del Mar significa “reconocer nuestra resurrección, porque el agua representa nuestro bautismo por medio del cual hemos muerto y resucitado con Cristo, nos trasladamos a nuestro bautismo y compromiso como cristianos en estos momentos tan difíciles y complicados que estamos experimentado, producto de la pandemia y de la situación global del país que cada día se agrava más”.
Como cada año, el acto se realizó en el Malecón de Puerto Cabello, al borde del mar con el Santísimo Sacramento, luego de la Misa de Pascua que se ofició en la Catedral de la ciudad, a las 8:00 a.m., en presencia, únicamente de quienes hicieron lo servicios del altar.