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EFE
Real Madrid y San Lorenzo disputarán la final del Mundial de Clubes en un césped en perfecto estado del Gran Estadio de Marrakech, que no ha acusado los partidos que ha acogido del campeonato como temía San Lorenzo.
Fue la primera queja que presentó San Lorenzo a FIFA nada más aprobarse el cambio de sede de las semifinales y pasar de Rabat a Marrakech el encuentro entre Real Madrid y Cruz Azul mexicano.
Las lluvias provocaron el cambio y el Gran Estadio de Marrakech pasó a acoger cuatro partidos hasta la final en tan solo cinco días.
Sin embargo, el temor de San Lorenzo no se ha cumplido y tras disputarse el Real Madrid-Cruz Azul y el duelo del conjunto argentino ante Auckland City de semifinales, más el partido por el quinto y sexto puesto y la final de consolidación antes de que de inicio la final, los dos finalistas podrán desplegar su juego sobre un tapete.
Durante el día de hoy se ha regado en varias ocasiones el terreno de juego y un buen número de operarios han cuidado al detalle el verde.
El Gran Estadio de Marrakech se llenará y 42.000 personas estarán en las gradas para ver la final. La marea de aficionados argentinos ya asciende a 11.000, según informaron a EFE fuentes del club, y esperan que se sumen mil más a última hora para dar colorido de una afición que no para de alentar con cánticos a su equipo.
El Real Madrid por su parte espera que alrededor de 3.000 aficionados viajen desde España y cuenta con el apoyo del público local, volcado por su pasión por el conjunto madridista.
El estadio que acoge de la final tiene tan solo tres años de vida, fue inaugurado en 2011 con un torneo cuadrangular entre PSG, Olympique de Lyon, Kawkab Marrakech y Wyad Casablanca. Ya fue el escenario de la última final del Mundial de Clubes entre Bayern Múnich y Raja Casablanca, y es el escenario donde disputa sus partidos la selección de Marruecos, el hogar del conjunto de Primera división Kawkab.
