Suárez llega a un club que pagó por él 80 millones de euros. (Foto @cableondasports)

dpa

El delantero uruguayo Luis Suárez abrió este martes una nueva etapa en su carrera deportiva con un doble propósito: sumar muchos goles con el Barcelona y desterrar el recuerdo de sus célebres mordiscos.

Suárez fue presentado este martes ante los medios después de jugar el lunes unos minutos en el amistoso ante el Club León de México, finalizado con triunfo azulgrana por 6-0 tras un encuentro en el que el uruguayo se mostró tímido. Tanto como en su presentación.

El uruguayo responde al tópico del futbolista que se expresa mejor sobre un campo que ante los micrófonos. En Inglaterra ya demostró que la prensa no es su mejor amiga y en su presentación en España también tuvo que someterse a un interrogatorio que incluyó una cuestión todavía efervescente: el asunto de sus mordiscos.

Tras su famosa acción del Mundial con el italiano Giorgio Chiellini, Suárez fue sancionado sin jugar hasta el 25 de octubre.

Además, se expuso a un juicio público magnificado por las redes sociales, con gran daño para su imagen, algo que desde ya intenta recomponer.

«El castigo hay que aceptarlo. Me equivoqué y lo he pasado muy mal. Fue un momento muy difícil. He tratado con profesionales para que no vuelva a suceder», aseguró.

Suárez inicia ahora una etapa en la que no sólo será examinado por sus goles, sino por su comportamiento en el campo después de reincidir hasta en tres ocasiones en sus bocados a los contrarios.

«Cuando me sancionaron me sentí muy deprimido. Pero estando en casa con mi señora y mis hijos pude reflexionar. Y pedí perdón. Ahora ya sólo quiero pensar en el futuro», reflexionó.

Suárez llega a un club que pagó por él 80 millones de euros (106,7 millones de dólares) y que en los últimos años proporcionó mal acomodo a los delanteros que jugaron junto a Lionel Messi. Así, del equipo salieron futbolistas como el sueco Zlatan Ibrahimovic o David Villa, ambos por la puerta de atrás y rodeados de misterio y rumores sobre la relación mantenida con el argentino.

Al uruguayo le avala su extrema calidad futbolística, algo demostrado en sus actuaciones con su selección y también en las últimas cuatro temporadas en el Liverpool. En la última logró 31 goles, igualando la marca del portugués Cristiano Ronaldo, del Real Madrid.

«Yo vengo a aportar mi trabajo, con humildad y sacrificio, para que el Barça gane los máximos títulos posibles. Estoy preparado para jugar en cualquier posición del ataque. En el Liverpool he jugado tanto por la derecha como por la izquierda», advirtió.

A sus 27 años, Suárez cumplió su sueño de vestir la camiseta del Barcelona, un equipo al que admiró desde chico y una ciudad en la que siempre deseó vivir. Su mujer, Sofía Balbi, quería desde hace años vivir cerca de sus padres, en la localidad barcelonesa de Castelldefels.

El club azulgrana le dio esa oportunidad, previo pago de una enorme cantidad de dinero, y ahora le toca a Suárez devolver la deuda adquirida. Con goles y sin mordiscos.




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.