Los legisladores más liberales se retiraron del parlamento en protesta. (Foto AFP)
EFE
El gobierno de Hong Kong dio este miércoles un paso más a su plan de reforma política para las elecciones al jefe de gobierno de 2017 en sintonía con la propuesta planteada por China de vetar a los ciudadanos la libre selección de candidatos, lo que provocó la mayor oleada de protestas pro democracia en el territorio en los últimos meses del pasado año.
La número dos del Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, lanzó hoy la segunda ronda de este proceso, una consulta popular sobre los métodos electorales para la selección de jefe ejecutivo.
Sin embargo, Lam dejó claro que será un comité de 1.200 miembros (avalados por el gobierno chino) los que decidirán quiénes podrán presentarse a las elecciones de Hong Kong.
Esta decisión, tomada el pasado 31 de agosto por el Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular (CPANP), fue el detonante de la conocida como "Revolución de los paraguas", las mayores protestas pro democracia vividas en Hong Kong contra la intervención china en el devenir político de la ciudad, que estallaron el pasado 29 de septiembre con cientos de miles de ciudadanos saliendo a las calles y que se prolongaron durante más de dos meses.
"El desarrollo constitucional debe construirse sobre la base de la Ley Fundamental (la Constitución de Hong Kong) y la decisión del CPANP, de lo contrario sería inútil y poco práctica, y el objetivo del sufragio universal para la elección del presidente del Ejecutivo sólo se convertiría en un castillo en el aire", dijo Lam durante el anuncio de esta consulta popular en el Consejo Legislativo de Hong Kong.
Las propuestas planteadas por Lam se centran en el proceso de nombramiento de los aspirantes a la candidatura, pero no dará poder a los votantes para vetar los futuros candidatos, quienes serán preseleccionados por el comité controlado por Pekín, aunque sí para que puedan decidir cómo podrían ser elegidos por dicho comité.
En su discurso en el Consejo Legislativo -Parlamento- Lam hizo hincapié en que la oportunidad de elegir al jefe del Ejecutivo por votación popular en 2017 es "una oportunidad que no debe perderse" y "la única manera de crear una" base sólida para una mayor democratización".
Nada más arrancar su ponencia, los 24 parlamentarios del Partido Pandemocrático abrieron paraguas amarillos en la sala -símbolo de las protestas del movimiento pro democracia Occupy-, mientras que desalojaron el hemiciclo coreando la consigna "queremos auténtico sufragio universal".
El tercer paso de esta reforma electoral, que empezará en primavera, será el decisivo para sacar adelante la propuesta del Gobierno de poner en marcha el sufragio universal en Hong Kong pero restringiendo a los ciudadanos la libre elección de candidatos.
En menos de tres meses la propuesta de reforma política deberá ser aprobada por el Parlamento de Hong Kong, donde necesita dos tercios de los votos de los parlamentarios.
Lam reconoció en una rueda de prensa la dificultad que afrontará esta reforma en el Parlamento, más cuando los partidos más liberales han mostrado ya su negativa a avalar el planteamiento del Gobierno.
A su vez, el Gobierno chino advirtió que si la reforma no es aprobada por el Consejo Legislativo, la propuesta de reforma política planteada para Hong Kong para las elecciones de 2017, la primera que se realiza desde que la excolonia británica pasara a ser gestionada por China, quedaría congelada para las elecciones de 2017.
Esta decisión imposibilitaría a los ciudadanos poder votar por primera vez a su jefe de gobierno, aunque éste fuera elegido a través de un selecto comité pro chino.
La puesta en marcha de esta reforma electoral arranca la misma semana en la que se conociera que más de una treintena de figuras claves de la campaña de desobediencia civil en protestas por la reforma electoral podrían ser arrestadas.
La policía comenzó a contactarles como sospechosos de instigar, organizar o ayudar con los asentamientos ilegales de las protestas que tomaron partes de la ciudad durante 79 días y que cesaron tras el desmantelamiento llevado a cabo por la policía en diferentes operaciones.