El agua debe ser inodora, incolora e insípida, pero esta regla no se cumple. (Foto El Carabobeño)
Para los carabobeños la escasez del servicio, mala calidad del agua e implementación de un plan de razonamiento por una supuesta sequía, es síntoma de la ausencia de Gobierno para resolver los problemas que aquejan a los carabobeños.
La habitante de El Trigal, Gladys Mavarro, no entiende cómo Hidrocentro implementa un plan de razonamiento cuando el embalse se está derramando. Padece las deficiencias del servicio como muchos carabobeños. “No son profesionales”.
En El Trigal los habitantes deben lidiar no solo con las grandes fallas en el suministro de agua, sino también que deben pagar en Hidrocentro por un servicio que la mayoría de las veces no disfrutan.
El agua debe ser inodora, incolora e insípida, pero esta regla no se cumple. La principal queja de las personas es que, cuando les llega el líquido, su olor es extraño, fuerte y su aspecto es turbio. En algunos casos sale con gran cantidad de barro.
En la casa de Marielba García, en los Sauces, el servicio de agua es deficiente y ha empeorado desde febrero. El líquido llega de 11 pm aproximadamente hasta las 5 am. “Su olor es muy fuerte, como a cloro, y viene como con barro”.
Por la mala calidad del agua que recibe, al nieto de García, de un año y medio, le salieron erupciones en la piel. Desde ese momento invierten al menos 35 bolívares en botellones de agua al día para bañarlo con agua potable.
Las denuncias por la mala calidad del agua en Carabobo son reiterativas. Las personas no se explican cómo se suministra el líquido así desde hace tiempo, sin que se tome aparentemente ninguna medida ni dar explicaciones. (BO)
