Las cuadrillas mantienen el ritmo de trabajo. (Foto Clemente Espinoza)
Cristhopher Borrero
La funcionalidad de las estaciones Rafael Urdaneta (Cámara de Comercio) y Francisco de Miranda (Rectorado), del metro de Valencia es la prioridad. Tras haber realizado una visita a las obras, Guillermo Manosalva, presidente de la asociación Un millón de amigos por el metro, consideró impropio inaugurar este tramo de la línea 1 sin que se garantice su operatividad total. Reiteró que la organización que representa solo busca una obra bien hecha.
Aún hay trabajo por hacer. En cuanto a la parte estructural de la estación Rafael Urdaneta, falta cerrar las fosas de la construcción, así como ejecutar los trabajos de brocales, aceras laterales y cambio de sección del corredor víal, para ello se debe adecuar unos 80 metros estimó Manosalva. “Es muy difícil que antes de un mes se logren esos trabajos”. Se agilizan los trabajos de impermeabilización respectivos.
El vocero advirtió que en materia eléctrica las fallas persisten. Trascendió que cuando los trenes aplican tracción se producen fallas eléctricas, las cuales podrían colapsar todo el sistema eléctrico, por lo que van a aplicar seccionadores Q-41.
El también ingeniero solicitó realizar una inspección de mayor profundidad, en compañía del Colegio de Ingenieros, para aportar soluciones a las diferentes problemáticas.
Recompensa a la espera
La culminación del metro debe ser algo más que una oferta electoral, apuntó Manosalva. Los valencianos recibirían mejoras para el comercio, la vialidad y permitiría mejor el tiempo de productividad del ciudadano. La paralización de la obra estancó el comercio en la zona y dejó a mil 250 personas desempleadas.
Manosalva indicó que en conversaciones con Víctor José Moreno, presidente del metro de Valencia, se justificó el retraso por fallas del suministro oportuno de materiales e insumos de la obra. Estimó que la obra puede estar lista para mediados de julio.