Trabajadores del diario se han mantenido en constante protesta. (Foto Andrews Abreu)
El portal web PanAm Post publicó una entrevista realizada a la jefa de redacción del diario El Carabobeño, Carolina González, con respecto a la crisis por falta de papel periódico que vive este diario, consecuencia del monopolio en la comercialización de esta materia prima en Venezuela.
A continuación parte de la entrevista:
“Quienes tienen problemas de papel y lo reclaman son los medios que llevan una línea independiente. En Venezuela está en juego el derecho a estar bien informado”. Así lo dijo a PanAm Post Carolina González, jefa de redacción del diario El Carabobeño, medio que se encuentra en agonía y que solo cuenta con un mes de papel para continuar informando a la región central de Venezuela; tiene 300 trabajadores directos y hasta 700 indirectos.
¿Por qué el periódico no ha podido adquirir más papel?
Hasta el año pasado importábamos directamente, se solicitó el acceso de divisas a inicios de 2014, el Gobierno autorizó, e hicimos el pedido al proveedor; cuando llegó el momento de liquidar las divisas, el Gobierno sencillamente no lo hizo. Eso nos dejó con una deuda enorme en el exterior con un proveedor de papel de Canadá, que era al que le importábamos directamente.
Cuando el Gobierno cierra la posibilidad de liquidar las divisas nos obliga a irnos a la única empresa que lo vende en el país y que además es del Gobierno, que se llama Complejo Editorial Alfredo Maneiro, es la única empresa que vende papel periódico y que adquiere las divisas para importarlo.
El Carabobeño entabló conversaciones que empezaron en agosto y que estuvieron dando frutos en noviembre, en esa oportunidad se entabló una relación y ellos suministraron un primer despacho a finales de 2014 que fue de 150 bovinas; los siguientes despachos fueron de 44, 48 y uno de 72 bovinas; ese papel nos alcanzó hasta este jueves 23 de abril; fue la última edición que circuló con el papel habitual.
Al tener que utilizar el papel de revista ya estamos en la encrucijada de que si no nos llega papel no podremos circular porque lo que nos queda da para un mes; o sea que hasta el 7 de junio más o menos pudiéramos estar en circulación.
La situación es grave; este es un periódico que fue fundado en dictadura y lo superó; ahora en este período del famoso Socialismo del Siglo XXI pues hemos venido presentando inconvenientes hasta que finalmente no nos dan papel, que es nuestra materia prima para circular.
¿Qué respuesta le ha dado la empresa Maneiro?
Ellos dicen que no tienen papel, sabemos que el Complejo Editorial Maneiro siguió importando papel hasta febrero de este año, sabemos que hay un problema de divisas y que también tienen deudas en el exterior, pero el papel ha seguido llegando al país. Ahora lo importan a través de una corporación que se llama Corpovex que creó el Gobierno para centralizar todas las importaciones y exportaciones.
Mientras esta empresa alegue que tiene problemas de papel, actuará en base a sus prioridades. Pero un periódico de la línea editorial de El Carabobeño, seguro no es prioridad para la empresa estatal; la prioridad para Maneiro son los medios que hacen propaganda al Gobierno.
Aquí en Valencia hay un periódico del Gobierno que se llama Ciudad Valencia que depende del Ministerio de Información y Comunicación que acaba de anunciar un aumento del tiraje (aumento de páginas), entonces: ¿por qué Ciudad Valencia puede aumentar el tiraje y El Carabobeño no tiene papel?
Con este Gobierno todo se ha planteado así, o estás conmigo o estás contra mí. Maneiro debe seguir entregando papel a Ciudad Valencia pero debería garantizar también el papel a los demás medios de la región; el único periódico de la región que ahorita ha denunciado problemas de papel somos nosotros, de línea editorial independiente.
Sabiendo que les queda un mes en circulación, ¿cuáles son las acciones a tomar para continuar con el papel de informar?
Una posibilidad es bajar el número de páginas nuevamente, porque ya bajamos anteriormente a 16. Aunque sea con una página vamos a circular. Nosotros estamos apostando a la cordura para que Maneiro cumpla con su función.
Si el Gobierno decidió crear un monopolio de la distribución de papel periódico, debería tener claro a qué se estaba enfrentando. Si ellos no tomaron las previsiones, entonces las consecuencias no las están pagando ellos sino nosotros.
Aquí había más empresas de distribución de papel en el país que las utilizaban los medios que no tenían capacidad de importación, todas esas empresas quebraron por el monopolio de Maneiro. Entonces, ahora no hay más empresas de importación de papel y estamos de manos atadas.
¿Por qué cree que están pasando por esta situación?
Esto tiene que ver con nuestra línea editorial. Maneiro tiene problemas con el papel y solo lo entrega a los que consideran sus prioridades, y si no estamos dentro de ellas, es precisamente porque la línea no les gusta. Nosotros no promocionamos al Gobierno, nosotros denunciamos, analizamos, cuando hay cosas buenas que decir las decimos pero en líneas generales no es un medio adepto al Gobierno.
¿Los dueños del periódico se han planteado la venta?
Antes que eso, ellos prefieren verlo cerrado. No está planteada la posibilidad de venderlo porque los dueños entienden que las empresas en el ramo periodístico son distintas; no solamente tienen rentabilidad económica sino que además tienen una responsabilidad con la libertad; sería muy delicado vender un medio cuando uno no sabe cuál va a ser la línea o el giro que se le puede dar a partir de esa venta.
¿Cuál es la importancia de lo que sucede?
El tema de la libertad de expresión es vital; si nosotros perdemos esa libertad, vamos a seguir padeciendo los mismos problemas pero no vamos a saber cuál es la realidad. La desaparición de medios independientes va a llevar a que la denuncia en el país desaparezca y vamos a hacer creer que vivimos en un mundo de fantasía. Y lo reitero, quienes ahorita tienen problemas de papel y lo reclaman, son los medios que llevan una línea independiente. En Venezuela está en juego el derecho a estar bien informado.
