El objetivo del Gobierno está claro: el control del poder. (Foto Kevin Barrios)
Dayrí Blanco
Hace un año la inseguridad era un tema recurrente. No había conversación casual que no estuviera marcada por la preocupación que en este sentido se había creado en el colectivo. Ahora todos hablan de productos escasos, del incremento de los precios y del desempleo que crece en número dentro de las familias. Se ha generado un descontento nacional que ha provocado que tres de cada cuatro venezolanos manifieste que quieren salir del gobierno.
Son datos obtenidos a través de estudios de opinión pública que realiza la firma Keller & Asociados, que maneja una caída en la aceptación del presidente Nicolás Maduro de 57% que tenía al comienzo de su mandato, a 38% durante el primer semestre de 2014.
Se ha registrado también un cambio importante en la atribución de responsabilidades de los problemas de los ciudadanos. Según indicó Alfredo Keller, de la empresa consultora, Chávez tenía la habilidad de culpar a terceros y que la gente se lo creyera. Incluso, en público castigaba y regañaba a sus ministros. Eso permitió que los venezolanos no le atribuyeran responsabilidades al mandatario. “Ahora lo dicen con nombre y apellido: el señor Nicolás Maduro es responsable de la situación económica”.
