Carlos Tocci espera usar todo lo que ha aprendido en su segunda pasantía con los Tigres de Aragua para seguir ascendiendo en el sistema de granjas de Filadelfia.
El joven, de apenas 21 años de edad, ha respondido al reto y se ha ganado un lugar en uno de los equipos con mayor profundidad ofensiva de la temporada, gracias a su consistencia con el guante y el madero.
“Es un privilegio estar en una alineación en la que aparecen tantos grandeligas, como Hernán (Pérez), Avisail (García) y Marwin González. Solo trato de tomar lo mejor de cada uno, de captar todo lo que hacen para seguir mejorando en mi juego y continuar haciendo mi trabajo”, destacó el jardinero y bateador derecho.
Cuando los reclutas de cada equipo comienzan a ver reducido su tiempo de juego, Tocci se ha convertido en una excepción. Desde el 15 de noviembre, exhibe una sobresaliente línea ofensiva de .342/.422/.411, con .833 de OPS.
“Ha mostrado una gran evolución desde el año pasado a esta parte. Retomó las cosas justo donde las dejó, luego de su lesión (tras sufrir una fractura en la mano izquierda, como consecuencia de un pelotazo, a finales de octubre). Está bateando y jugando un buen beisbol. Es el único que se ha mantenido en el mismo nivel desde el Día Inaugural. Ha ayudado mucho al club”, comentó el manager Eduardo Perez, hace una semana, antes de ser despedido.
Tocci apenas consumió 30 turnos en la campaña 2015-2016, antes que un pitcheo pegado del lanzador Osmer Morales, de Cardenales de Lara, fuera directo a la mano y le rompiera el quinto metacarpiano, pero con un año más de experiencia en Estados Unidos, luce como un jugador curtido en la liga.
Contra Raúl Rivero, Jorge Martínez, Mitch Lively, Shane Youman y Greg Ross, cinco de los ocho lanzadores con mejor efectividad en lo que va de torneo, Tocci se combina para un promedio de .333 (18-6), con un boleto y tres ponches. “Creo que es el resultado de trabajar todos los días, temprano, con el hitting coach (el cubano Bárbaro Garbey). La constancia es lo más importante en este juego y es lo que trato de conseguir. También debo agradecer al manager (Buddy Bailey y luego Pérez) que me ha dado la oportunidad de estar en juego”.
Con su rendimiento, Tocci ha elaborado un sólido caso para el premio Novato del Año, un galardón por el que compite con Luis Arráez, segunda base de los Navegantes del Magallanes.
“Pienso que lo más importante es ayudar al equipo a ganar, ese el propósito de este juego. Los números están allí, pero lo más importante es colectivo. No pienso en términos personales”, advirtió.
En las oficinas de los Filis deben estar satisfechos, no solo con los avances que ha mostrado en el terreno, sino con su madurez. Desde que le entregaron 759.000 dólares como bono por su firma, a los 16 años de edad, el maracayero ha manejado su estatus de prospecto a pulso y siendo agresivo en todos los niveles de Ligas Menores por los que ha pasado. No ha hecho nada diferente con los Tigres.
“Espero seguir jugando hasta el final, al menos no me han dicho nada ni me han colocado una fecha límite (para marcharse)”, destacó. “Los Filis querían que jugara en las esquinas de los jardines y pude hacerlo al principio de la campaña, ahora estoy el center field, mi posición habitual. Solo quiero ayudar”.
Crecer como profesional en una competencia tan intensa como la que se vive día a día en la LVBP, no le hará daño y quizás aceleren las proyecciones de los scouts, que le colocan en las Mayores en 2018.
“No me pongo presión con eso. Solo trato de jugar duro todos los días y disfrutar lo que hago. Espero comenzar en Doble A (2017) y desde ahí seguir avanzando”.
Tocci lo hace ver sencillo. Puede batear y el resto de su juego luce bien, en tanto que físico está respondiendo a los rigores de una larga temporada. En el horizonte comienzan a perfilarse las Grandes Ligas.
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