La búsqueda de un tesoro de más de dos millones de dólares que un anciano asegura haber escondido en una montaña ha durado ocho años y ocasionado cuatro muertos, según reseñó KULR.
Forrest Fenn es un hombre excéntrico de más de ochenta años que dice haber escondido en una elevación por encima de los 1.500 metros entre Santa Fe y la frontera canadiense un pequeño cofre con joyas. En 2010 publicó sus memorias, en las que un poema da algunas pistas para hallarlo.
Desde entonces, miles de personas han salido a recorrer montañas y colinas del oeste de Estados Unidos en búsqueda del tesoro, pero nadie ha tenido suerte. Cuatro rastreadores encontraron la muerte.
En 2016, Randy Bilyeu, de 54 años, se internó en las zonas selváticas de Nuevo México decidido a hallar el tesoro. Seis meses después, la policía encontró su cuerpo en el fondo del Río Grande.
A mediados de 2017, el cuerpo de Paris Wallace, un pastor de Colorado de 52 años, también tuvo que ser recuperado de la orilla de un curso de agua.
Pocos días después, Eric Ashby, de 31 años, decidió encarar su búsqueda con una excursión de rafting por el río Arkansas de Colorado. Semanas después, su cuerpo fue hallado río arriba.
El cuarto fue Jeff Murphy de 53 años quien se había enterado de la existencia del tesoro al leer una nota en la revista de una aerolínea. Luego se compró el libro de memorias de Fenn titulado “El entusiasmo de una cacería». Días antes de morir, le había escrito al propio Fenn contándole que saldría en la búsqueda del tesoro.