Ya van más de 100 días de protestas en el país que son la respuesta a un gobierno que hoy en día luce desfigurado e inexistente soportado sólo por la irresponsabilidad.
Desde el punto de vista gerencial su incapacidad supera cualquier límite y hoy por hoy la debacle económica que a través de la inflación está devorando los hogares venezolanos es el producto de la aplicación del esquema castro/comunista que lo único que ha conseguido son fracasos. Por otro lado, está la descomposición social y moral de la nación la cual hoy en día pareciera que está gobernada desde los pranatos de las cárceles porque no se entiende cómo la violencia y el hampa campean por las calles de todas las ciudades y pueblos de Venezuela con la mayor impunidad.
La soberanía, ni sabemos cómo está, hasta la fecha nadie tiene conocimiento a ciencia cierta de lo que pasa al sur de Venezuela en cuanto a la extracción minera y por supuesto el tema limítrofe brilla por su ausencia.
Y como la cereza que adorna la torta tenemos el triste y lamentable espectáculo de leer que hasta la fecha la cifra de estudiantes asesinados en las protestas callejeras es altísimo y todo ello ocurre sin la más mínima señal de arrepentimiento ni del propósito de enmienda y por el contrario observamos que la violencia en contra de ellos aumenta cada día más.
Me pregunto yo, ¿Cuántos jóvenes más se necesitan? Para que éste régimen entre en razón y acceda a dar las soluciones que todo el país reclama, o es que está decidido a que se continúe con ésta escalada de enfrentamientos callejeros que sólo dejan luto en los hogares de muchas familias venezolanas.
La verdad es que tampoco entiendo a quienes tienen el sagrado deber de cumplir y hacer cumplir la Constitución y no lo hacen, sin darse cuenta de que su omisión es igual o peor que las de aquéllos que están cometiendo estos crímenes….
Para finalizar quiero expresar en éstas horas terribles que vive la nación que la justicia tarda, pero llega, que se acuerden de los juicios que ocurrieron en contra de los nazis por crímenes en contra de la humanidad una vez concluida la Segunda Guerra Mundial. Y en ésta época de las comunicaciones y de las redes no hay rincón del mundo donde se puedan esconder. Si el famoso terrorista internacional Osama Bin Laden lo alcanzó la justicia, no piensen que los delincuentes tropicales podrán escaparse del peso de la ley.