El venezolano pertenece en el mejor béisbol del mundo a los Gigantes de San Francisco/Foto: Prensa LVBP

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Ehire Adrianza está de regreso. Tras una temporada ausente de la pelota venezolana, el grandeliga de los Gigantes de San Francisco volvió con la misión de aportar para la causa de Caribes de Anzoátegui en la parte final de la eliminatoria.

El viernes, Adrianza fue usado como segunda base por el manager Omar López y con un sencillo empujó las dos primeras carreras de un racimo de siete en el segundo inning, que sirvió para derrotar a las Águilas del Zulia, 9 por 2, en el Estadio Alfonso “Chico” Carrasquel.

“Extrañaba estar aquí, compartir con mis compañeros. El beisbol venezolano es excelente. Jugar en la LVBP me ha ayudado siempre a mejorar todos los aspectos de mi juego. Gracias a Dios se dieron las cosas para participar una vez más en esta pelota y venimos con todo para ayudar al equipo, el cual lo he visto muy bien, hecho para grandes cosas”, destacó Adrianza.

El mirandino decidió unirse a Caribes, una vez que renovó su contrato con los Gigantes el pasado 2 de diciembre. Actualmente forma parte del roster de 40 y pacto le asegura 600.000 dólares si logra hacer el equipo en los entrenamientos y $300.000 si es asignado a Ligas Menores.

Ahora encuentra una versión de Caribes “mucho más temible” que la de la campaña 2014-2015, cuando alcanzó el título.

“Hay mucho poder”, señaló. “En aquel entonces solo teníamos a (José) Castillo y (Balbino) Fuenmayor. Ahora están (Luis) Jiménez, (René) Reyes, (Denis) Phipps y otros que también han demostrado fuerza. Antes de incorporarme al equipo veía los partidos por televisión y en verdad es sorprendente el ritmo que tienen. Espero que consigamos los mismos resultados que durante mi última temporada en el país. Veremos qué pasa”.´

Aunque Adrianza no se caracteriza por ser un hombre de poder, confiesa que ha venido trabajando mucho en esa área últimamente. El de Guarenas luce un poco más fornido producto de un exigente plan de acondicionamiento físico implementado por San Francisco, un régimen que el infielder espera le ayude a mejorar su ofensiva.

“Desde que empecé el plan de pesas que me recomendaron los Gigantes, he ganado fuerza. Aumenté 20 libras (nueve kilogramos) y eso se notó en el Spring Training y durante la temporada, lo que no solo me ayudó ofensivamente, sino que me mantuvo con el equipo grande, que es lo que valoro. Sé que no soy un hombre de jonrones, solo me esfuerzo en poner la bola en juego, aunque bienvenido sean cualquier tipo de batazos para ayudar a Caribes”.

Incluida su actuación en Ligas Menores y los 40 encuentros en los que estuvo arriba con San Francisco, Adrianza sacó ocho cuadrangulares, su mayor cantidad en un año.

EN EL MOMENTO ADECUADO

La versatilidad de Adrianza en el terreno y su bate a ambos lados del plato, le vienen como anillo al dedo a Caribes en esta etapa decisiva etapa del certamen, pues ya no cuenta con el jardinero Rafael “Balita” Ortega y en pocos días se marchará el campocorto Orlando Arcia, cuyo permiso para jugar de los Cerveceros de Milwaukee solo fue extendido por lo que resta de eliminatoria.

“Estoy listo, si tengo que jugar en primera lo haré, así como en los jardines. No será un problema, de hecho, es algo que he realizado desde siempre (defender varias posiciones). Que vengan esos retos que el manager disponga, pues quiero mejorar mi juego y, por supuesto, darlo todo por la camiseta de Caribes”.

UN DURO REGRESO

A finales de la campaña 2015, Adrianza sufrió una contusión cerebral que lo saco de acción por un largo tiempo del beisbol y le impidió que jugara en Venezuela, tras haber conseguido su mejor temporada en la LVBP y conseguir un anillo de campeón.

Para el jugador, de 27 años de edad, esa experiencia fue una de las más difíciles de su carrera.

“Siempre recuerdo ese día, y pensar que no iba a jugar, pero me avisaron minutos antes de comenzar el partido que el inicialista no jugaría y yo iba a reemplazarlo. No tuve tiempo de practicar como primera base y luego vino la línea que me golpeó en la cara y, prácticamente, puso fin a mi temporada (con los Gigantes). Fue un proceso lento, difícil y doloroso por las constantes jaquecas que sufría. Pero gracias a Dios quedó en el pasado, luego pude jugar con confianza y, especialmente, sin miedo en la inicial y en otras posiciones. Eso me ayudó considerablemente a estar en las Mayores este año”, relató Adrianza, que también tuvo que lidiar en 2016 con una fractura en un pie izquierdo que lo llevó a la lista de incapacitados varios días.




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