El aumento del uso de las luces artificiales durante la noche ha alterado los niveles de luz del ambiente y ha prolongado la actividad humana durante horas de oscuridad. En la actualidad, se tiene preferencia por la tecnología LED, la cual ha sustituido otras fuentes de iluminación. Este tipo de “luz azul” se encuentra en las radiaciones solares, pero también es emitida por pantallas de televisión, computadoras, celulares y tabletas, así como también por luces fluorescentes.
¿Chateamos esta noche? La exposición a la luz azul durante las horas de sueño puede afectar la salud disminuyendo la producción de una hormona llamada melatonina, la cual sólo se produce en horas de total oscuridad y su producción se interrumpe con la luz, lo que pudiera estar asociado al aumento del riesgo de padecer cánceres dependientes de hormonas como lo son el de próstata y el de mama, entre otros (Stevens RG, Zhu Y. 2015).
¿Le temes a la oscuridad? El 23 de abril, Environmental Health Perspectives (García Sáenz-2018) hizo público un estudio que analiza el efecto de la exposición a la luz azul (tanto de interiores como exteriores) durante las horas de sueño en personas que nunca han trabajado en turnos nocturnos, encontrando una relación con el cáncer de próstata. Según esta publicación, dormir en habitaciones muy iluminadas comparado con total oscuridad aumenta el riesgo de este tipo de cáncer.
Trabajo de noche… La International Journal of Cancer dio a conocer un artículo de Papantoniou y colaboradores (2015) que evaluó la relación del turno laboral nocturno con la severidad del cáncer de próstata en España, demostrando que los sujetos que tienen al menos 1 año trabajando de noche tienen discretamente más riesgo de padecerlo con respecto a aquellos que nunca lo han hecho, y el riesgo es más acentuado en aquellos pacientes con tumores de alto riesgo o peor pronóstico, siendo su aumento proporcional al tiempo de exposición a este turno.
De igual manera, Behrens y colaboradores (2017) publicaron un artículo en la Scandinavian Journal of Work and Environmental Health investigando la asociación entre el turno laboral nocturno y la incidencia de cáncer de próstata en una población alemana, encontrando una duplicación del riesgo relacionada con los años de trabajo: a mayor cantidad de años en el turno nocturno, mayor riesgo de padecer cáncer de próstata.
Estos hallazgos conducen a tomar precauciones, para disminuir la exposición a este tipo de luz durante la noche y respetar las horas de sueño, incluso aquellos que tienen inversión del ciclo vigilia-sueño, que aunque queda la duda si son afectados de igual manera, es recomendable mantener su habitación en total oscuridad a la hora de dormir.
