Hoy mis queridos amigos
les quisiera comentar,
de un hecho en nuestra historia,
que hoy lo quiero recordar

Se trata de una batalla
que muy pocos conocemos,
y que tiene su importancia,
sobre todo en nuestro suelo

Fue para un once de agosto
en mil ocho veintidós
se daría esta batalla,
allí el patriota venció

Batalla de Naguanagua,
o Sabana de la Guarda,
o sabana de la Guardia,
algunos textos le llaman

Una batalla que muchos
no le dan gran importancia,
asumen que en Carabobo
se cerraron las instancias

Pero esta obvia batalla
fue una batalla necesaria,
junto a dos batallas más,
igualmente temerarias

Para sacar al realista
finalmente de este suelo,
que había dicho en Carabobo
¡Libertad, solo queremos!

Esas otras dos batallas
fue la Batalla del Lago,
Toma de Puerto Cabello
¡El final de los tiranos!

(Batalla del Lago de Maracaibo 24 de julio de 1823, Toma de Puerto Cabello 08 de noviembre de 1823)

Ahí sí se cerrería
el tema de independencia
¡Que viva la Gran Colombia!
Se escuchó por estas tierras

Pero hablemos de la justa
mencionado pormenores,
de cómo fue la batalla
¡Quién se llevó los honores!

(El 30 de julio de 1822, José Antonio Páez abandonaba el asedio de Puerto Cabello con sus 2000 hombres diezmados por el vómito negro.)

El ejército realista
se encontraba acantonado
en el fuerte San Felipe,
ahí en el Puerto ubicado

Allí estaba el Valencey
y otros hombres custodiando,
el castillo y a su gente,
y también algo tramando

Ya que desde un tiempo
pensaban tomar Valencia,
y esperaba un gran refuerzo
para cumplir su reyerta

El refuerzo no llegó,
y un tanto desesperados,
decidieron avanzar
de sorpresa y muy confiados

(El comandante de aquella avanzada eran el mariscal de campo Francisco Tomás Morales Alonso, Capitán General de la Provincia de Venezuela, quien había llegado en junio a Puerto Cabello y sustituyó al general Miguel de la Torre, además Morales estuvo acompañado del coronel Manuel Lorenzo)

Y partieron desde el Puerto
tempranito el diez de agosto,
a la toma de Valencia,
arriesgando cualquier costo

Lo que no sabían ellos
es que unos “espías patriotas”,
se habían colado en el Puerto,
vigilar y tomar notas

Así que al movilizarse
los realistas a Valencia,
aquellos correos patriotas
dieron parte con urgencia

Con mil ochocientos hombres
salió el general Morales,
y el camino de la Cumbre
fue la ruta más confiable

(También es conocida como las filas de Bárbula)

Las Cumbres de San Hilario,
Camino de Carabobo,
Paso de los españoles,
¡Hoy por hoy, todo un tesoro!

(Las Cumbres de San Hilario o Pico Hilaria son las nacientes del río Cabriales, Hoy esta zona es parte del parque Nacional San Esteban creado en1987. Las Cumbres de Valencia, las llamaba Páez, y donde el año anterior después de la Batalla de Carabobo, el propio Páez, había ordenado colocar por allí un puesto de Guardias de Blancos, para vigilar un posible asedio de los realistas a la ciudad de Valencia)

Un paso muy peligroso
Estrategia de Morales,
para evitar el asecho,
tal vez sorpresas fatales

Pero Páez al enterarse
de la estrategia realista,
moviliza a su gente,
y en la noche ya está lista

El ejército realista
dobla en hombres al patriota,
sin embargo no hay temor,
no piensan en la derrota

(Según Páez, su ejército lo componían 850 hombres; 300 granaderos, 500 milicianos y 50 dragones)

A pesar de todo ello
nuestro ejército se arrostra,
enfrentando al enemigo,
y en coraje lo riposta

Cuatro horas bastarían
para alcanzar la victoria,
de siete a once, se dice
llegó el triunfo con la gloria

Más de quinientos hombres
los realistas perderían,
entre muertos, prisioneros,
y heridos que combatían

Morales es obligado
a replegarse a las cumbres,
y espera buenas noticas
que le den más fuerza y lumbre

En esos días se suceden
algunas escaramuzas,
combates, de poca monta,
pelotones que se cruzan

(Se dice que en una de esos combates el coronel patriota José Liendo venció al comandante de los realistas Francisco Tomas Morales)

El día catorce de agosto
llegó el General Soublette,
con refuerzo a los patriotas,
Morales, huye otra vez

Morales tuvo que huir
y refugiarse de nuevo,
justo ahí en su fortaleza,
castillo, Puerto Cabello

(Eso sucedió el 18 de agosto)

Entre tanto los patriotas
tuvieron muy pocas bajas
entre los muertos y heridos
setenta y cinco no llegaban

Allí Juan José Rondón,
una herida sufriría
al cual se le infecto,
y de gangrena moriría

(El Coronel Juan José Rondón, venia de ser héroe en las Queseras del Medio <1819> y el Pantano de Vargas <1819> Batalla de Carabobo <1821> Murió por una herida de bala que recibió en un pie, en la batalla de la Guardia el 23 de agosto de 1822, sus resto fueron enterrados en el antiguo cementerio Morillo de Valencia y en 1896, sus resto fueron llevados al Panteón Nacional)

Páez estuvo acompañado
de oficiales muy valientes,
de soldados valerosos,
de la libertad creyentes

(Coronel Manuel Manrique, Coronel Juan José Rondón,
Coronel Juan José Liendo, Teniente Coronel Juan Antonio Mina)

Al tiempo de esta batalla
en mil ochocientos treinta,
Páez se hace presidente
¡Gobierna desde estas tierras!

(Páez participa en la Cosiata y separan a Venezuela de la Gran Colombia y Valencia se convierte en la capital de la república por segunda ocasión )

Y justo en su residencia
de la ciudad de Valencia,
ordena se pinten frescos
para recordar su gesta

Y entre esos tantos murales
quedó uno dedicado,
a Sabana de la Guardia
¡Un recuerdo muy sagrado!

(Los artistas responsables de aquellos frescos, fueron el pintor Pedro Castillo, abuelo de Arturo Michelena, y su pupilo Carmelo Fernández Páez, sobrino del General Páez)

El Museo Casa Páez
hoy guarda aquel recuerdo,
y que se puede admirar,
y valorar aquel esfuerzo

Y en la zona donde dicen
que se dio aquella batalla,
se levantó un monolito,
en honor a esa hazaña

(1986)
La placa dice
(El Ministerio de la Defensa y la Sociedad Amigos de Naguanagua,
consagran esta columna a la memoria del General José Antonio Páez
y a la de los que a su lado lucharon para vencer a Morales en la gloriosa
Batalla de la Sabana de la Guardia el 11 de agosto de 1822.
11 de agosto de 1986)

Y para el bicentenario
la alcaldía colocó,
otra placa en ese punto
¡Mucha honra y pundonor!

Hoy muy cerca del lugar
hay varias comunidades,
y su mayor compromiso…
es que deben ser guardianes

De esa historia, nuestra historia,
la lucha de esos hermanos,
que arriesgaron su vida,
por hacernos soberanos

De todo yugo extranjero
qué quisiera doblegarnos,
y hoy hay que seguir alertas
si se acerca algún villano

Sería muy bueno además
que se eleve un monumento,
un gran parque, una plaza
que recuerde aquel momento

(Las comunidades que quedan por allí cerca de la Sabana son;
Los mangos I y II, Brisas de Carabobo)

Antes de cerrar el tema
les quisiera comentar,
de un dato muy curioso
qué se debe investigar

(Pus se dice que en el Cerro Bárbula, la comunidad conocida como Puertas Negras, muy cerca del Barrio Arturo Michelena y el Barrio Malagón, existe una especie de columna o monolito, que recuerda esa batalla con el nombre de, la 2da Batalla de Bárbula)

Ahora si ya me despido,
seguiré mi travesía
buscando nuevos relatos
…nos veremos otro día

Don Pío Lara




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.