La falta de papel pone en riesgo los 81 años de historia de El Carabobeño. (Foto Alvaro Hernández)
Alfredo Fermín || afermin@el-carabobeno.com
El chantaje contra el diario El Carabobeño no puede ser la mejor enseñanza para que el pueblo se forme en libertad. Es un craso error que pudiera revertirse en la quiebra del sistema democrático, que estamos a tiempo de mantener pero luchando por la revisión de esta penosa práctica.
La afirmación la hizo el exrector de la Universidad de Carabobo, comentando la situación de El Carabobeño, al cual el Gobierno nacional le niega el papel que necesita con la intención de impedir su circulación.
El doctor Rueda, quien presidió la Corte Suprema de Justicia, aclara que no se trata de un estribillo la defensa de la integridad del diario El Carabobeño siguiendo un esquema preestablecido.
De lo que se trata es de luchar contra el olvido y la apatía que nos convierte en ignorantes, tanto de la realidad social, como legal, y, más grave aún, de la historia.
Esta opinión -dijo Rueda- la considero un mensaje y una clase elemental para una población menor de los 30 años, con la esperanza de que despierten del mensaje falseado de nuestra realidad, tanto local, como nacional e internacional. Porque es impensable que en el 2015, Venezuela haya retrocedido a los inicios del siglo XX”.
Para el doctor Rueda es sorprendente que un gobierno, constitucionalmente democrático, recurra a los mecanismos del absolutismo y a las prácticas impuestas por los regímenes dictatoriales, con mayor fuerza que las ejercidas por los regímenes militares propiamente dichos. “Sorprenderá, a quienes observen nuestra involución institucional, desde el exterior, que la administración venezolana incurra en el desconocimiento de un principio consagrado a partir de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 y de la Declaración de la Organización de las Naciones Unidas, cuyo artículo 19 consagró el derecho de toda persona a la libertad de pensamiento y de expresión, en términos recogidos por la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Es un derecho que no puede ser restringido por vías o medios indirectos tales como el abuso de controles, oficiales o particulares, de papel para periódicos, que ha sido acogido por la mayoría de los países de América Latina, sostuvo Rueda.
