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Alfredo Fermín || afermin@el-carabobeno.com
La revolución del 19 de abril de 1810, de la que se cumplen este domingo 205 años, es un movimiento que tiene plena vigencia en esta Venezuela. Fue la iniciativa de la clase dirigente de Caracas en contra de la ilegitimidad de un gobierno, con un respaldo tan extraordinario, que meses después se convirtió en la declaración de la Independencia.
La escritora Inés Quintero, de la Academia Nacional de la Historia, explica que el 19 de abril fue inicialmente un movimiento auspiciado por los mantuanos de Caracas con poder económico, a quienes se les presentó la oportunidad de tomar el poder político.
Desde 1808, España había sido invadida por las tropas de Napoleón quien puso como rey a su hermano José, llamado Pepe Botella. El pueblo español se resistió a la ocupación y se agrupó en una junta suprema establecida en Sevilla, que los franceses lograron dominar para establecer un consejo de regencia en Cádiz. Este organismo emitió una proclama declarando hombres libres a los españoles y a los americanos.
El capitán general Vicente Emparan había ocultado al pueblo lo que estaba ocurriendo en España por lo cual cuando se supo lo que pasaba, jóvenes dirigentes de la sociedad caraqueña convocaron a una sesión extraordinaria del ayuntamiento que duró varias horas, y concluyó por iniciativa del sacerdote José Cortés de Madariaga, con la renuncia del representante del gobierno español, que fue detenido junto con sus colaboradores.
Lo curioso es que, de acuerdo con el acta de ese día -observa Inés Quintero- no se habló de la independencia de Venezuela, pues lo que se nombró fue una junta de gobierno para defender los derechos del rey preso Fernando VII, para lo cual se formó un nuevo gobierno.
Los sucesos políticos y sociales que siguieron avivaron, en los jóvenes patriotas, la necesidad de declarar la Independencia de Venezuela el 5 de julio de 1811, pero no es como tratan de hacer creer los fanáticos del difunto Hugo Chávez que el 19 de abril de 1810 nació la revolución bolivariana.
Ese día se estableció un gobierno, representado por todos los sectores de la sociedad caraqueña. No hubo derramamiento de sangre y se respetaron la propiedad privada y los demás derechos de los venezolanos.
