Los jugadores españoles celebraron su triunfo. (Foto AFP)
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El Mundial de balonmano masculino vivió este miércoles sus cuartos de final, tras los cuales se definieron ya las semifinales del viernes, que medirán a España y Francia por un lado, y a los anfitriones cataríes y Polonia por el otro.
España, defensora del título, ganó en el último instante a la vigente subcampeona, Dinamarca (25-24), mientras que Francia, campeona olímpica, ganó con autoridad a Eslovenia (32-23).
Catar y Polonia se enfrentarán por su parte en un duelo sorpresa, tras eliminar en los cuartos a Alemania (26-24) y Croacia (24-22), respectivamente.
Españoles y daneses reeditaban en estos cuartos en Losail su duelo en la final del anterior Mundial, en el que los ‘Hispanos’ ganaron a los nórdicos en Barcelona por 35-19.
El equipo ibérico consiguió su séptima victoria en otros tantos partidos en este Mundial de Catar, pero lo hizo con mucho sufrimiento, sin la contundencia de hace dos años.
Dinamarca comenzó plantando batalla y España no pudo verse por delante en el marcador hasta el minuto 20, cuando se colocó con 9-8. Al descanso, el choque llegó con un equilibrado 11-11, dejando todo abierto para la segunda mitad.
Allí los daneses comenzaron de nuevo más fuertes, pero no consiguieron distanciarse con una ventaja de más de dos tantos, lo que mantuvo siempre a España dentro de la pelea.
En el 44, los ibéricos se pusieron por delante (19-18) con tanto de Julen Aguinagalde, pero Dinamarca siguió tensando la cuerda y en el 55 llegó a ponerse por delante con gol de Hans Lindberg, para el 23-22.
Viejos conocidos
España reaccionó con dos tantos, de Raúl Entrerríos y Valero Rivera Jr, y Dinamarca igualó 24-24 en el 39 con un tanto de Mads Mensah Larsen.
Cuando faltaban dos segundos para el final, el gol de Cañellas puso a España con el 25-24 definitivo y el billete para semifinales en el bolsillo.
Valero Rivera Jr fue el máximo anotador del partido, con 10 dianas. Cañellas fue el segundo mejor realizador español, con 5, mientras que en los daneses destacaron Anders Eggert y Mikkel Hansen, cada uno con 6 tantos.
El gol de Cañellas en el último suspiro permitirá un apasionante España-Francia en las semifinales, para muchos una final anticipada, entre el vigente campeón del mundo y el vigente oro olímpico, dos equipos que han mantenido además una fuerte rivalidad en los últimos años.
En la cita olímpica de Londres, Francia dejó fuera a los españoles en cuartos de final con un ajustado 23-22 y en el último Europeo, el ganado por los galos en Dinamarca en 2014, los ‘Hispanos’ se vieron igualmente superados, en ese caso en semifinales por 30-27.
«Vamos a enfrentarnos a un equipo que tiene realmente nuestro nivel, con jugadores con tanto experiencia como los nuestros. Nadie puede decir quién es favorito», declaró el seleccionador francés, Claude Onesta.
Euforia local
España buscará por lo tanto la revancha de esas dos afrentas, en una semifinal en la que el ganador será sin duda el gran favorito para lograr el oro en la final del domingo ante cataríes o polacos.
Bajo la atenta mirada del emir de Catar, que aplaudió de manera entusiasta, y ante un pabellón con 15.000 espectadores, los jugadores locales hicieron historia.
El pequeño emirato tenía como mejor resultado en el Mundial de balonmano un 16º lugar, conseguido en 2003.
El equipo actual ha mejorado sensiblemente esa actuación, impulsado por un plantel donde sólo tres jugadores nacieron en Catar y el resto fueron nacionalizados. En el banquillo cuenta con Valero Rivera, el técnico que hizo campeona del mundo a España en 2013.
Polonia, que fue finalista del torneo en 2007 y bronce en 2009, será favorita en la semifinal, pero Catar puede aspirar a dar la sorpresa y llegar a la final.
En su victoria sobre Alemania tuvo un papel muy importante su jugador cubano nacionalizado Rafael Capote (8 tantos), así como el arquero Danijel Saric, considerado uno de los mejores del mundo en su puesto.
