AFP / EFE

El papa Francisco reiteró con fuerza su oposición a la pena
de muerte en el mundo, durante un histórico discurso ante el Congreso de
Estados Unidos, donde la gran mayoría de los legisladores está a favor de la
pena capital.

“La certeza de que tenemos que custodiar y defender la vida
humana en todas las etapas de su desarrollo me ha llevado, desde el principio
de mi ministerio, a trabajar en diferentes niveles para solicitar la abolición
mundial de la pena de muerte», dijo el pontífice argentino ante los
representantes de un país que practica varias ejecuciones al año.

«La sociedad solo puede beneficiarse en la rehabilitación
de aquellos que han cometido algún delito», afirmó el jesuita argentino.

Hay 31 estados en Estados Unidos que aplican la pena de
muerte, aunque 10 han renunciado a condenar a los convictos con el máximo
castigo, lo que significa que, en la práctica, 29 de los 50 estados del país no
aplican más la pena capital.

En la primera e histórica intervención de un pontífice ante
el Congreso estadounidense, el Papa apeló a cumplir lo que denominó los
«sueños» de América y donde reivindicó que se escuche «la voz de
la fe».

El papa pronunció un discurso en el que se apoyó en cuatro
personalidades históricas de EE.UU. como ejemplos de esos «sueños»
americanos: el expresidente Abraham Lincoln, el premio Nobel Martin Luther
King, la fundadora del Movimiento del Trabajador Católico Dorothy Day y el
monje cisterciense Thomas Merton.

Se trataba, explicó, de ilustrar la defensa de la libertad,
la vivencia de esta en la pluralidad y la no exclusión, la garantía de la
justicia social y la protección de los derechos de las personas y el respaldo
de la capacidad de diálogo y la apertura a Dios.

Sin justificación

El papa Francisco también visitó en Washington un centro
caritativo donde se encontró con varios personas sin hogar a las que dijo que
no hay «ningún tipo de justificación social, moral o del tipo que
fuese» para aceptar su situación.

«Son situaciones injustas, pero sabemos que Dios está
sufriéndolas con nosotros, está viviéndolas a nuestro lado. No nos deja
solos», les explicó.

Y dijo que su situación le recordaba la de la vida de san
José cuando la Biblia indica que, en Belén, no encontró alojamiento para él y
María, que dio a luz a su hijo «y lo acostó en un establo».

Jorge Mario Bergoglio aludió a que José se preguntaba por
qué no había alojamiento para ellos y que sus preguntas «siguen presentes
hoy, acompañando a todos los que a lo largo de la historia han vivido y están
sin un hogar».

«Ante situaciones injustas, dolorosas, la fe nos aporta
esa luz que disipa la oscuridad. Al igual que a José, la fe nos abre a la
presencia silenciosa de Dios en toda vida, en toda persona, en toda situación.
Él está presente en cada uno de ustedes, en cada uno de nosotros».

El centro para sintecho, unos doscientos de los cuales
asistieron al encuentro con el papa, está vinculado a la parroquia de San
Patricio, históricamente, la primera de Washington (1794).




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.