El problema agrario radica en el populismo a través del control de precios. (Foto Álvaro Hernández)
Luis Alejandro Borrero || lborrero@el-carabobeno.com
Todo lo tenía muy claro: estrategia específica con típica doctrina militar. El teniente coronel planteaba una profunda revolución en los campos de Venezuela. En el amanecer de su carrera política, Hugo Chávez anhelaba la reactivación de la economía interna. ¿El sueño se consolidaría?
En el nacimiento del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200) se acopló el pensamiento zamorano a lo que Chávez entendía como propuesta de país en 1982. “El árbol de las tres raíces” fue su pilar ideológico. Hizo especial énfasis en recuperar tierras distribuidas a terratenientes en períodos oligárquicos.
Con su llegada al poder, se implementó el primer proyecto cívico – militar de su era. El Plan Bolívar 2000 en lo agrario fue especial. La página 123 del documento señala como objetivo fundamental impulsar definitivamente la producción agrícola básica. Se define como necesario para garantizar la seguridad alimentaria.
La producción agraria en Venezuela era de las menores en Latinoamérica. Otros países como Argentina, Chile y Colombia mostraban cifras altamente superiores. Brasil, por encima de la lista, es considerado el granero del mundo por ser una potencia de cultivos, según la Dirección Estadística de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO).
En 1999, para una población de 23 millones 945 mil habitantes había un terreno cultivado de 0,11% hectáreas por persona. La cifra es igual que la de Uzbekistán y Haití, señalan informes del Banco Mundial. De los 916 mil 445 kilómetros cuadrados de la superficie venezolana, la 33º más grande del mundo, el terreno agrícola era de 24,5%.
Hace 16 años la agricultura venezolana aportaba el 4,7% del valor agregado al PIB. El consumo de fertilizantes era de 167,6 kilogramos por hectárea de tierra cultivable. La agricultura aportaba el 10% de los empleos del país.
En los indispensables cereales el país totalizó una producción de dos millones 234 mil 34 toneladas en 1999. En comparación con Colombia, se producía 34,5% menos. La nación vecina aportaba tres millones 411 mil 331 toneladas a su mercado interno.
La existencia de ganado vacuno era de 14 millones 858 mil 799 cabezas para ese año. De cerdo había dos millones 792 mil 422 cabezas, más de medio millón de unidades que Colombia. En el rubro Argentina siempre ha sido líder en la región.
En una de sus primeras reuniones con el sector privado, el ya electo presidente dijo que la prioridad de su Gobierno sería la recapitalización del sector interno. En el mismo evento en un hotel de Caracas nombró a Alejandro Riera como el primer ministro de Agricultura y Cría de su gestión.
¿Qué era Venezuela en materia agrícola antes del proceso chavista? Para Riera la respuesta es un país luchando por crecer. El hoy empresario en retiro de 85 años de edad le contó en exclusiva a El Carabobeño cómo se veían desde adentro las promesas que traía el nuevo presidente.
El problema agrario venía de gestiones cuarto republicanas. Todo presidente en asunción quería establecer nuevos controles. “No se puede vender por debajo de los costos y allí empieza el problema: el populismo de las políticas agrícolas”. Riera duró en el cargo apenas cuatro meses. Muy decepcionado de lo que luego sería la revolución agraria chavista, la evalúo como un fracaso.
En Datos
– 10% de los empleos en Venezuela provenían del sector agrícola en 1994
– 7% del valor agregado del PIB venezolano era agrícola
– 24,5% del territorio nacional era tierra cultivable
