(Foto Archivo)
Marianela Ágreda Armas
La comunidad de Choroní resolvió en cuatro meses lo que no pudo en cinco años el Gobierno nacional ni regional. Innumerables fueron las cartas dirigidas a Corpoelec, el extinto Ministerio de Energía y Minas, Presidente Nicolás Maduro, el entonces gobernador Rafael Isea y a Tareck El Aissami. No surtieron efecto para cambiar las siete torres eléctricas carcomidas por efecto climático en las inmediaciones del Parque Nacional Henri Pittier. Una inminente caída de las torres podía generar un apagón de varios días en el litoral aragüeño.
Miriam Gómez, vocera de la Sala de Batalla Choroní, señaló que hoy martes culmina el trabajo, con la instalación de la última torre, cada una de 360 kilos que debieron trasladar por la montaña con la participación de unos 12 hombres.
No hubo intervención ni aporte de ninguna institución, resaltó Gómez quien aclaró que el aspecto económico fue cubierto con la colaboración de posaderos y comerciantes de la zona. Los trabajos arrancaron el 23 de febrero. Las torres permanecieron tiempo en la sede central de Corpoelec sin que se ejecutara el traslado e instalación. Solo consiguieron que una grúa de la corporación eléctrica les trasladara las torres hasta el sector Romerito y el resto fue trabajo de la comunidad.
Nos quitamos un dolor de cabeza que teníamos desde hace 5 años. Gómez aseguró que aunque es un gran logro, solo se trata de un paliativo. La comunidad del litoral de Aragua, parroquia del Municipio Girardot, está convencida de que ahora empiezan a trabajar sobre el proyecto macro: la energía eléctrica vía marítima y no por montaña. Choroní crece.No se puede desarrollar en estas condiciones con las energía eléctrica. Para la vocera, si el Gobierno quiere hacer de la zona una potencia turística debe comenzar por adelantar el proyecto de electrificación de la zona costera.