César Miguel Rondón firmando autógrafos. (Foto Andrews Abreu)
Yuraidith González || yugonzalez@el-carabobeno.com
La censura en los medios de comunicación impresos por la negativa del Gobierno de otorgar divisas para el papel es evidente. Cada vez menos periódicos pueden informar y vendrá una arremetida contra los medios radioeléctricos. Es un proceso de cierre que procura a la larga la asfixia en un país que aún le queda por respirar, sentenció el periodista César Miguel Rondón.
El también escritor catalogó de terrible y espantosa la censura hacia los medios de comunicación, con respecto a la posición que tiene el Gobierno de no entregar las divisas.
El poder del libro y de la palabra escrita no deja de ser importante para el ciudadano lector, cuando en estos tiempos la civilidad está cada día más aprisionada, enfatizó el comunicador.
Rondón, quien es pregonero de la Feria Internacional del Libro de la Universidad de Carabobo (Filuc) 2014, destacó que no hay arma más poderosa y útil que un libro repleto de palabras.
Explicó que una feria donde se reúnan muchos libros representa una magnífica celebración, en la cual las palabras forman una fiesta de la inteligencia y la gracia que ellas reflejan. El también locutor aprovechó la oportunidad para firmar varios libros, entre ellos uno que le entregó al alcalde de Valencia, Miguel Cocchiola.
Prueba de fuego para los periodistas
Es un momento crítico, durísimo, una prueba de fuego para los periodistas del país entero, porque les están cerrando sus nichos clásicos de comunicación, es como si se les quitara la computadora, la libreta y el lápiz y les pusieran un tirro en la boca. El Gobierno quiere el silencio de la verdad.
El escritor Leonardo Padrón expresó que la prensa venezolana está en estado de coma. Aseguró que son pocos los baluartes que aún se pueden llamar como libertad de expresión.
Padrón, quien presentó su libro “Los Imposibles” en la Filuc 2014, precisó que la prensa independiente está viviendo su momento más crítico.
Planteó que los medios alternativos, las páginas web y redes sociales se están convirtiendo en los únicos asideros de la realidad para el ciudadano que quiere enterarse.
