A pocos días de regresar a Valencia luego de un viaje que hizo al oriente del país para visitar a su familia después de más de un año sin verla, Daniela Adrián comenzó a sentirse mal. Fatiga, fiebre, dolores musculares y malestar general encendieron sus alarmas. Su primer pensamiento fue: “esto puede ser COVID-19”.
No tardó en ponerse en contacto vía telefónica con su médico de cabecera, quien le recomendó realizarse a la brevedad posible una radiografía de tórax, un análisis de hematología completa, ferritina y una prueba PCR para confirmar o descartar que se tratara de coronavirus.
Para Daniela nunca fue una opción acudir a algún centro de salud público en la entidad carabobeña. El miedo la hizo buscar alternativas en el sector privado, aunque eso implicara un golpe para su bolsillo. “Para nadie es un secreto la situación de los hospitales”, dijo a través de una entrevista telefónica con El Carabobeño.
Por los exámenes de hematología y ferritina pagó 32 dólares en un laboratorio particular, mientras que la placa de tórax le salió en 45 dólares en una clínica al norte de la capital carabobeña. Decidió no realizarse la PCR porque no sabía a cuál hospital o CDI acudir y las pruebas de antígenos mediante hisopado nasofaríngeo disponibles en centros privados se escapaban de su presupuesto.
Daniela se encuentra cumpliendo una segunda semana de aislamiento desde su casa, bajo monitoreo vía telemática de su doctor. Aunque no pudo hacerse la prueba de diagnóstico, la sintomatología apuntaba a que podría ser COVID-19. Detalló que los síntomas que presentó durante los primeros siete días todavía persisten, pero de forma leve.
Este miércoles 31 de marzo El Carabobeño realizó un recorrido por seis instituciones sanitarias privadas con servicio de radiografía de tórax y constató que los precios varían entre 30 y 50 dólares. Este estudio de imagen se ha convertido en uno de los más demandados porque permite a los médicos determinar la clasificación del riesgo y seguimiento de los pacientes con sospecha de neumonía por COVID-19.
Se conoció que actualmente las unidades de radiografía en de la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (CHET), en Valencia, y el Hospital Universitario Ángel Larralde (HUAL), en Naguanagua, se encuentran operativas. Sin embargo, se requiere estar internado en alguna de esas instituciones o tener una orden referida del mismo centro para poder acceder al servicio.
Desde mediados de noviembre del año pasado la mayoría de los principales laboratorios clínicos ubicados en la Gran Valencia ofrecen dos tipos de pruebas de diagnóstico rápidas de COVID-19: detección de antígenos con hisopado nasofaríngeo y detección de anticuerpos IgM e IgG en sangre. Los precios de estos exámenes están entre 40 y 60 dólares cada uno.
Hay pacientes contagiados con el virus que, tras presentar complicaciones derivadas de la enfermedad, necesitan otros estudios más profundos y especializados, como las tomografías, para evaluar el estado de sus órganos. Una fuente vinculada al sector salud reveló a El Carabobeño que en la CHET solo un tomógrafo está en funcionamiento.
Ante el déficit de equipos para realizar tomografías en los hospitales, muchos pacientes se ven en la necesidad de acudir a centros privados, donde el estudio cuesta entre 150 y 300 dólares.
Freddy Ñáñez, ministro de Comunicación de la administración de Nicolás Maduro, informó en horas de la noche del martes 30 de marzo que la entidad carabobeña reportó 70 nuevos contagios durante las últimas 24 horas. De acuerdo a la vocería oficial, hasta la fecha el estado suma seis mil 186 casos positivos reportados
