Se trata de un desorden neurológico bastante común. Muchas veces sin diagnosticar, que se caracteriza por la necesidad incontrolable de patear y mover las piernas al intentar dormir, muchas veces acompañada de dolor. Al dificultar la conciliación del sueño suele causar fatiga y, a veces obliga al compañero de cama a buscar otro lugar para dormir sin interrupciones.
Los síntomas de esta enfermedad: Por lo general, se presentan por primera vez durante la adolescencia. Incluyen sensaciones de adormecimiento, hormigueo, quemazón o pinchazos en las piernas, sobre todo, al reposar en una cama o estar sentado.
Se alivian sólo caminando o doblando las piernas. Ocurre con más frecuencia en mujeres. Y en ocasiones aparece como efecto secundario de otra patología, como la anemia o la neuropatía diabética. Consumir alcohol, tabaco y cafeína aumenta la severidad de los síntomas.
Para evitarlo, los especialistas recomiendan hacer estiramientos y masajes en los músculos de las piernas, reducir el consumo de cafeína, dormir con calcetines largos y darse una ducha caliente antes de irse a la cama.
Según la Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas (AESPI), el 90% de las personas que padecen el síndrome de piernas inquietas desconoce que la tiene. En España, entre un 3 y un 10% de la población padece esta patología
Y no se trata que esta enfermedad comporte un empeoramiento en la calidad de vida al reducir las horas de sueño y reposo, sino que investigaciones clínicas recientes han mostrado que los pacientes tienen hasta 2,5 veces más de probabilidades de desarrollar una cardiopatía, mientras que el riesgo de hipertensión arterial aumenta también hasta 2,5 veces más frente a la población sana.
Tres preguntas básicas sobre el síndrome de piernas inquietas
¿Qué es este síndrome?
Es un trastorno de tipo neurológico que afecta muy especialmente la calidad del sueño, en el que se experimentan sensaciones desagradables en las piernas que se suelen describir como hormigueo, quemazón, frio, tirantez, dolor, etc.
¿Cuál es la causa?
Es aún desconocida, pero hay estudios que inciden sobre determinados problemas en el transporte de hierro al cerebro. El síndrome de piernas inquietas tiene una potente base familiar y genética.
¿Cuáles son los síntomas?
Malestar en momentos de inactividad. Al dormir, estirar o doblar las piernas. Frotarse las piernas. Sacudirse o dar vueltas en la cama. Levantarse y caminar.
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