Las causas que desencadenan este trastorno neurológico no han sido determinadas con exactitud

La migraña es un trastorno neurológico común que se presenta aproximadamente en un 15 a 20% de la población mundial siendo dos veces más frecuentes en las mujeres que en los hombres. Esta condición en el 20% de los casos comienza con síntomas que pueden ser visuales, tales como sensibilidad a la luz, líneas en zigzag, luces de colores o destellos de luz, sensación de adormecimiento de la boca o las manos y puede venir acompañado de cambios de humor.

Esto ocurre durante 20 a 60 minutos, seguido por un fuerte e insistente dolor de cabeza que afecta en un solo lado bien sea el derecho o izquierdo extendiéndose al mismo lado de la cara. Lo descrito anteriormente afecta al 20% de los pacientes migrañosos, mientras que en un 80% el dolor de cabeza se instala sin ninguna de las manifestaciones descritas previamente.

De acuerdo con el doctor Francisco Pérez, gerente médico de Calox International de Venezuela, este trastorno se manifiesta en ataques de dolor de cabeza (cefalea), episódicos y recurrentes, de intensidad moderada-grave, que puede acompañarse de síntomas neurológicos y/o gastrointestinales como podrían ser los trastornos visuales e inclusive auditivos, además de náuseas o vómitos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la migraña es la octava enfermedad más discapacitante de la humanidad en días por años vividos. El 40% de los pacientes presenta más de un episodio al mes de más de 24 horas de duración de moderada a severa intensidad.

Afecta más a las mujeres en una proporción de 2 mujeres por cada hombre, y su pico de prevalencia se sitúa entre los 35 a los 45 años, la etapa más productiva de la vida. Las causas que la desencadenan no han sido determinadas con exactitud. Se cree que es debida a factores hereditarios, y en un alto porcentaje de los casos a una anormalidad en los niveles de un químico importante, llamado serotonina. Durante un episodio de migraña, los cambios en la serotonina afectan los vasos sanguíneos en el cerebro provocando dilatación y relajación anormal. Estos cambios en el flujo sanguíneo podría modificar el suministro de oxígeno al cerebro, generando severas consecuencias.

Multiplicidad de desencadenantes

Quienes presentan migraña, usualmente tienen una historia familiar de dolores de cabeza o de mareos. Alimentos como el queso añejo, los nitratos (presentes en carnes frías, salchichas y otros comestibles procesados), chocolate, vino tinto, glutamato monosódico (un realzador del sabor que con frecuencia se encuentra en algunos víveres), exceso de cafeína, aspartame y el alcohol, podrían desencadenar la migraña, agregó el doctor Pérez.

No pocas veces los cambios hormonales en las mujeres provocan migrañas, como ocurre en los periodos menstruales o la menopausia, durante el embarazo o cuando se usan píldoras anticonceptivas. Muchos pacientes atribuyen el dolor de cabeza al estrés, la ansiedad o la depresión. Si bien el estrés probablemente no causa la migraña, es un factor que puede actuar como desencadenante, y puede afectar la frecuencia en que los episodios ocurren. No obstante, muchos casos de migraña se presentan después de un alivio del estrés, que podría suceder al inicio de un fin de semana o unas vacaciones.

Uso de analgésicos

En cuanto a los medicamentos indicados para este trastorno neurológico, existen analgésicos que producen un alivio efectivo. Sin embargo, no siempre se alcanza el objetivo pretendido de mejorar el dolor de cabeza. Por ello, el éxito se logra en mayor frecuencia con el uso de formulaciones con compuestos adicionales al analgésico. Éste es el caso de Dol® y y Dol Plus®, que están compuestos por acetaminofén, cafeína y dihidroergotamina, afirmó el gerente médico de Calox International de Venezuela.

De acuerdo con el galeno,  en lo referente a la formulación de cada uno de estos medicamentos, no existe un componente nuevo, adicional o distinto en Dol Plus®, la diferencia estriba en que Dol® tiene una concentración de 450 mg. de acetaminofén y 40mg de cafeína, mientras que Dol Plus ® contiene 650mg de acetaminofén y  50mg de cafeína, manteniendo ambas presentaciones la misma concentración de dihidroergotamina, 1gr.

En cuanto al uso más idóneo de estos analgésicos en cada una de sus presentaciones, Pérez afirmó que la utilidad de uno o de otro no tiene un patrón de referencia específico, sino que depende de la intensidad del dolor. “Si el paciente se ha sentido mejor, si se ha beneficiado utilizando el Dol®, pues es suficiente. Si se necesita algo más potente o más fuerte, recurriría al Dol Plus®. La finalidad tanto en  Dol® como Dol Plus®,  es básicamente disminuir el diámetro del vaso dilatado, principal desencadénate del proceso de las cefaleas y/o migrañas”.

En lo que se refiere a las dosis adecuadas que los pacientes deberían manejar para obtener óptimos resultados del analgésico, Pérez aclaró que lo clínicamente aceptado es esperar seis horas entre una dosis y otra, aun cuando se podrían tomar cada 4 horas si así lo requiere el paciente. “En algunos casos, los pacientes inician la toma del día con dos Dol® en primera instancia. Posteriormente, lo recomendable es que sea tomado cada seis horas, con un máximo de acortamiento del tiempo entre una y otra que pudiese oscilar las cuatro horas. En caso de intenso dolor se puede recurrir a la toma de 1 tableta cada 20 a 30 minutos, recordando que no es lo recomendado ingerir más de 6 tabletas por día”, concluyó.

 

 




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