Dayrí Blanco
El colapso fue general. El lunes las calles de la Gran Valencia amanecieron congestionadas. Conductores y peatones, todos sin distingo se vieron afectados por un único motivo: los inventarios de combustibles agotados en las estaciones de servicio. El 30% del transporte público se paralizó. Pero la crisis podría agudizarse. El sector advirtió que de persistir la falla en el suministro de gasolina y gasoil, todas las unidades dejarán de prestar el servicio.
Se trata de un problema que involucra a ocho mil 500 mil vehículos que cubren la ruta urbana en Carabobo, la mitad trabaja con gasolina, el resto con gasoil. Adolfo Alfonso, presidente del Sindicato Único del Transporte de Carabobo, indicó que los primeros reportes recibidos solo se referían a problemas con la gasolina, pero pasado el mediodía también se alertó sobre irregularidades con gasoil. En Guacara, Mariara y Güigüe la crisis fue más fuerte, la paralización de unidades alcanzó el 40%.
Esto explica que desde las 6 a.m. las paradas de autobuses de la ciudad lucieran repletas. A lo largo del día la situación se fue intensificando. La paralización podría ser general, incluyendo al resto de las unidades del estado, para llegar a las nueve mil, que de forma involuntaria podrían cesar sus actividades el martes. El transporte interurbano que funciona con gasoil, y que tiene su terminal de salida en la región, también podría verse afectado.