General Motors Venezolana (GMV) reiteró el cese sus operaciones en el país como consecuencia del embargo judicial que considera totalmente ilegal.
A través de un comunicado de prensa la empresa explicó que fue sorpresivamente tomada por las autoridades públicas, quienes asumieron el control, impidiendo el desarrollo de las actividades. Otros activos como los vehículos, fueron sustraídos ilegalmente de sus instalaciones.
GMV rechazó esta arbitraria medida. Informó que ejercerá las acciones legales dentro y fuera de Venezuela en contra de la misma, y ejercerá vigorosamente todas las acciones legales dentro y fuera de Venezuela.
La empresa aseguró que el embargo sin derecho a la defensa y al debido proceso, causando un daño irreparable a la compañía, a sus 2 mil 678 trabajadores. 79 concesionarios que representan una red de servicio con más de 3 mil 900 trabajadores y proveedores wue comforman más del 55% de la industria de autopartes del país también fueron afectada por esta medida.
La Compañía confía en que prevalecerá la justicia y para continuar en el mercado venezolano. Mientras tanto, sus concesionarios continuará brindando servicios de posventa y repuestos para todos sus clientes.
Nota de Prensa