Clientes no compran aún hoja para hallacas. (Foto Carlos Andrés Pérez)
Dayrí Blanco
Este año la inflación no está sola. Las acostumbradas compras decembrinas estarán acompañadas por un elemento adicional. La cena del 24 está en riesgo. La escasez ha provocado que cumplir con la tradicional hallaca en el plato navideño se convierta en una tarea cuesta arriba.
Los ingredientes más importantes están ausentes de los anaqueles de los establecimientos. No hay harina de maíz. Solo con suerte se puede adquirir durante una casual visita al supermercado, justo en el momento indicado que está siendo despachada esa mercancía. De lo contrario, es probable que la preocupación de Mirvida Orellano esté latente en varias familias. Ya tiene las aceitunas, pasas, alcaparras y encurtidos. La compra de las hojas las ha postergado. Espera conseguir el resto antes. Para esta fecha ya en su casa se habían preparado los dos primeros lotes de hallacas. Esta vez se conformaría con poder hacer las necesarias para la Nochebuena.
Para Maritza Rojas el problema es otro. Ella es una de las afortunadas que el fin de semana pudo comprar junto a su sobrina ocho kilos de harina. Pero aún no ha podido concretar la preparación. Ha recorrido más de cinco comercios y no ha conseguido ni carne ni pollo. La opción de hacerlas vegetarianas ha rondado por su mente, pero ella insiste y espera hacerlas de la manera tradicional.