La declaración urge a la comunidad internacional. (Foto )
EFE
El Consejo permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) examinará mañana una propuesta de declaración presentada por Guatemala, El Salvador y Honduras sobre el problema de los niños migrantes no acompañados que están entrando en EE.UU. de manera ilegal.
Según fuentes de la organización, el proyecto de resolución constituirá el punto principal de la sesión que celebrará mañana el Consejo, integrado por los embajadores de los Estados miembros.
El borrador señala la solidaridad con los Gobiernos de la región y pide que el problema de la migración de los niños no acompañados «se aborde desde una perspectiva humanitaria que asegure el bienestar y el tratamiento respetuoso de los niños» y que «permita la reunificación familiar cuando sea apropiado».
El proyecto de declaración también resalta la importancia de que los países de origen de los niños «hagan esfuerzos genuinos para garantizar las condiciones esenciales de seguridad para sus ciudadanos, en particular, los niños y adolescentes».
La declaración urge a la comunidad internacional y a los países de origen a trabajar conjuntamente para «dedicar recursos a fomentar la inclusión social, las oportunidades de empleo y la seguridad de los ciudadanos, con el fin de reducir el impulso de emigrar a otros países».
Igualmente, pide a los países de destino y de tránsito que respeten plenamente los derechos humanos de los niños y su bienestar.
Según la declaración, las soluciones a la crisis de los menores deben ser implementadas de manera integral y en conjunto con todos los países involucrados. Para las tres delegaciones, «la protección de los derechos de los niños ante ley» es la prioridad.
Los representantes centroamericanos instan a salvaguardar a los menores de los riesgos que suponen las mafias y organizaciones criminales tanto en los países de procedencia como en las regiones de tránsito y de destino.
Según datos oficiales, de la avalancha de niños emigrantes que han cruzado la frontera mexicano-estadounidense en los últimos diez meses, por la región del valle del Río Grande (Texas), la mayoría, unos 44.400, proceden de Honduras, Guatemala y El Salvador, y esta cifra podría alcanzar los 90.000 a finales de año.
