El Bayern de Múnich, en su versión más devastadora, goleó 0-3 al Chelsea, dejándoles con pie y medio fuera de la 'Champions'.
En la reedición de la final de 2012, en la que el Chelsea levantó su primera y única Copa de Europa, el Bayern se vengó en el corazón 'Blue', con dos tantos de Serge Gnabry y uno de Robert Lewandowski (que ya suma 11 en la competición), dejando prácticamente sentenciado su pase a cuartos de final.
El Chelsea se lo veía venir y puso protecciones. Como ante el Tottenham el pasado fin de semana, metía cinco defensas. Para resguardarse y ganar más profundidad con la que conseguir centros para Giroud.
Esto le entregaba el balón y el dominio al Bayern, algo previsible, pero que no descontentaba al Chelsea.
A los ingleses les valía con aguantar y aprovechar alguna que tuvieran. El problema es que esta vez la pelota no entró.
El Bayern tuvo el cuero y las oportunidades. Kingley Coman dispuso de la primera. Carrera hasta el área, solo contra le portero, precipitación y disparo fuera. Respondió Lewandowski. Pelota escorada, intento de globo y estirada de Caballero.
El argentino, por quinta vez titular delante de Kepa Arrizabalaga, sostenía al Chelsea, mientras que en ataque, los de Lampard, se conformaban con un tímido cabezazo de Giroud a las manos de Neuer.
En el intervalo hasta el descanso, Caballero aún tuvo tiempo para sacarle un mano a mano a Lewandowski y Muller de encontrarse con el larguero en un remate de cabeza de espaldas.
Hasta ese momento, el plan le funcionaba al Chelsea. Estaban aguantando sin encajar.
Todo pudo cambiar nada más salir de vestuarios.
Pelota en largo a Mason Mount, el inglés se las apañó para disparar delante de Neuer. Rechazó el alemán y la bola le quedó muerta en el área. Llegó sobrado Barkley, quien pecó de exceso de confianza y se volvió a encontrar con Neuer, impertérrito.
Se le acababa de ir la vida al Chelsea y no se había dado cuenta.
En los siguientes cinco minutos el Bayern mató la eliminatoria.
Gnabry bajó una pelota con el pecho, se la deslizó en profundidad a Lewandowski y el polaco, consciente de la posición de sus compañeros, la puso atrás casi sin mirar. En segunda línea llegó Gnabry para el 0-1.
Este resultado ya mataba al Chelsea, pero tres minutos después la película empeoraría.
Otra vez el polaco en profundidad, cabalgada de Gnabry y definición cruzada de Gnabry. La segunda estaca en el corazón 'Blue', el segundo gol de un Gnabry que ya le metió cuatro al Tottenham en su última visita a Londres.
Lampard desmontó la defensa de cuatro y quitó a Giroud, pero ya era tarde. Tarde para ellos, pero no para el Bayern, que aún prorrogó el resultado por medio de Lewandowski, tras una gran jugada de Alphonso Davies.
Para terminar de rematarlo, Marcos Alonso se autoexpulsó dándole un puñetazo a Lewandowski en una jugada sin balón.
Los londinenses empezaron entonando cánticos en honor a Drogba y terminaron siendo ridiculizados en el campo y en la grada, donde los bávaros cantaron irónicamente el 'Football is Comming Home', canción de apoyo a Inglaterra en la Eurocopa de 1996, que casualmente ganó Inglaterra.
El Chelsea tendrá que buscar un imposible en el Allianz Arena. Remontar un 0-3 en el campo en el que ganó su única Copa de Europa. Al menos tendrán un buen recuerdo del lugar.