El párroco de la Catedral de Valencia, Pedro De Freitas. (Foto Clemente Espinoza)

Alfredo Fermín || afermin@el-carabobeno.com

El párroco de la Catedral de Valencia, Pedro De Freitas, califica de gravísimo error afirmar que este año no habrá navidades porque la gente no tiene para comprar los estrenos, regalar y hacer fiestas. La Navidad es todo lo contrario del consumismo, precisó.

El estimado sacerdote explica que sin que desconozcamos la terrible crisis económica y política que vive el país, hay que tomar en cuenta que la Navidad es una fiesta religiosa que gira en torno al nacimiento de Jesús.

-Estos son días que se prestan para el acercamiento para la solidaridad. Independientemente de la discusión sobre la exactitud del nacimiento de Jesús el 25 de diciembre, la Iglesia católica hizo prevalecer esta fecha como una fiesta para el amor y la solidaridad, por lo cual es un grave error confundir la Navidad como un tiempo para el consumo, para derrochar y regalar. Para el cristiano la celebración del nacimiento de Jesús no requiere de esos elementos -no los excluye pero no los tiene como lo más importante.

Lo que prevalece es la parte teológica Lo que prevalece es la parte teológica y religiosa que nos dice que, ante el nacimiento de Jesús, debemos inclinarnos ante el misterio y tener una actitud humilde y sencilla, porque la Navidad es todo lo contrario del consumismo. Lo que celebramos es el misterio por medio del cual el Hijo de Dios se hizo hombre, igual a nosotros menos en el pecado, como un gesto de desprendimiento que contradice el ambiente consumista.

-Explíquenos el significado del tiempo de Adviento en que nos encontramos y sus diferencias con el tiempo de Cuaresma.

-La pedagogía del tiempo litúrgico enseña que el centro de toda celebración es el Señor, en especial durante la pascua de resurrección y en la pascua de su nacimiento. Son celebraciones para el Dios que se hizo hombre y el Dios que resucita entre los muertos. Ese binomio, que gira en torno a Jesús: la pascua del nacimiento y la pascua de resurrección, se expresa en los tiempos litúrgicos de Adviento y Cuaresma. El Adviento es el tiempo que precede al acontecimiento del nacimiento de Jesús. Se trata de su venida en la humildad de la carne, lo cual expresa la esperanza de Israel por la llegada del Mesías. Es un tiempo de fiesta, de alegría en el que predomina el sentido de la esperanza. La Cuaresma prepara para la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Este es un tiempo más penitencial, llevado por sentimientos trágicos.

-¿La Navidad es un misterio?

-La Navidad es el nacimiento del Niño Dios que trae la esperanza de la salvación, fundamentada en la esperanza del pueblo judío, que recoge las expectativas de la humanidad ante el Dios que salva a los que mantienen la esperanza, la valentía, la consecuencia y la fidelidad. De esta manera el mismo Dios hace que la esperanza empuje a vivir la existencia como oportunidad de preparar al corazón para la llegada de nuestro salvador en su segunda venida al fin de los tiempos, que es la consumación final de la historia de la salvación, la Parusía. Para esa preparación debemos responder a Cristo con el mandamiento del amor fraterno.

-¿Cuándo estará concluida la restauración de la catedral?

-La restauración de la Catedral de Valencia es una obra que realiza la Presidencia de la República, por disposiciones expresas del presidente Hugo Chávez, que era devoto de Nuestra Señora del Socorro. El Presidente mostró, en más de una oportunidad, el escapulario con la imagen de la patrona de Valencia a la cual su abuelo, Pedro Pérez Delgado llamaba Maisanta. Por esta situación, cuando él supo del templo donde se encuentra nuestra patrona, ordenó su restauración completa procurando que no se escatimaran esfuerzos, con el debido cuidado, pues se trata de la edificación más antigua que existe en nuestra arquidiócesis.

-¿Cómo ha sido la restauración?

-Durante la restauración se han hecho descubrimientos y se han encontrado fallas que han demostrado que la intervención de la catedral era urgente. Esta es una obra difícil; hubo que hacer estudios y un proyecto, para lo cual se necesitaba de una gran experiencia que aportaron los especialistas Sara Atienzar y Fernando De Tovar que tienen a su cargo los bienes muebles: pinturas, imágenes y todo lo relacionado con el patrimonio de la catedral. La restauración ha sido total y se ha cumplido por etapas, como consecuencia de la grave crisis económica que agotó el presupuesto inicial. La falta de insumos y el problema inflacionario han disparado los precios. Pareciera que las obras se han detenido, pero no es así. Esperamos que en el primer semestre del año que viene las obras estén concluidas. Ya se terminó la torre norte, al lado de la curia arzobispal, que era la más dañada por fallas estructurales graves. Se continúa con la fachada y, en enero, se iniciarán los trabajos en la torre sur, diagonal a la farmacia La Torre. Esa parte de la calle Colombia será cerrada por unos meses, mientras se colocan los andamios para que la empresa pueda desarrollar el reforzamiento de la torre. Internamente, casi todo está listo. Faltan detalles relacionados con el presbiterio, algunas capillas, el aire acondicionado, la iluminación y la colocación de sistemas de audio y vídeo. Podrán quedar algunos detalles y ya veremos si la situación económica permite concluir completamente el proyecto.

-¿Por qué los cuadros de Herrera Toro, propiedad de la catedral, no están en la exposición antológica de este artista valenciano que se presenta en la Galería de Arte Nacional, en Caracas?

-En estos momentos esos cuadros monumentales están siendo restaurados, por lo cual fue imposible prestarlos para la muestra que se presenta en Caracas. Obras de Herrera Toro, como las que se encontraban en la capilla del Socorro, serán colocadas en otros espacios de la catedral para que pueden ser mejor apreciadas por estudiosos, visitantes y feligreses.

-¿Comparte el criterio de que el próximo año Venezuela vivirá una crisis espantosa?

-No me atrevo a profetizar porque este pronóstico se han hecho durante los últimos años y no siempre ha sido acertado. Evidentemente que, como lo ha destacado el cardenal Urosa, el afán del dinero se ha apoderado del corazón de muchos venezolanos, por lo cual las decisiones son dañinas para el país. Tenemos que encontrar otra manera de hacer las cosas para las clases populares, que están pendientes de los cambios que estamos esperando para que Venezuela crezca y madure.

-¿Está de acuerdo con una amnistía para los presos políticos antes de que finalice el año?

-Organismos internacionales, partidos locales y la sociedad han hecho señalamientos importantes. Creo que es fundamental tratar de resolver los problemas dando signos de amplitud y de fraternidad para que haya el entendimiento de todos los factores. De esta manera se resolverían problemas de carácter político que deben mirarse con cuidado porque, por un lado, está la situación del país y lo que necesita. Por otra parte, preocupa la forma como se está utilizando la institución judicial. Venezuela tiene una deuda histórica que se inició en gobiernos anteriores para el mejoramiento del Poder Judicial, el cual, tal como está funcionando ahora, hace un terrible daño a la sociedad. El problema de la descomposición del Poder Judicial tiene que ser una de las prioridades del Estado venezolano con la finalidad de que esa instancia se convierta en una de las mejores del mundo.

25 años de sacerdocio

El presbítero Pedro De Freitas, nacido en Caracas, fue ordenado sacerdote hace 25 años por monseñor Luis Eduardo Henríquez y siguió estudios de especialización en el Seminario Conciliar San Ildelfonso, Toledo, España, y Teología en la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia. Es párroco de la Catedral de Valencia desde 1995. Independientemente de los errores que uno puede cometer -comenta sobre su ministerio sacerdotal- ha sido fundamental la atención a las personas para administrarles los sacramentos: bautizos, confesiones y primeras comuniones en la Catedral de Valencia que, como dice el cardenal Jorge Urosa, es la iglesia más grande del sur de Valencia.

Mi ministerio sacerdotal lo he desarrollado en esta zona. Mi primera parroquia fue San Miguel Arcángel, cerca del Hospital Central; la segunda fue la parroquia La Pastora y, desde hace muchos años, estoy en la catedral. Para mí ha sido una satisfacción servir al pueblo en lo personal y en todo lo que he podido, para tratar de mantener y conservar el centro histórico de Valencia.

Mi proyecto es terminar la reparación de la catedral para entregarla, cuando sea necesario, a un nuevo párroco que la encontrará en mejores condiciones que como yo la encontré hace 19 años.




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