En Medellín capital del departamento de Antioquia, nacieron entre tantas personalidades: José María Córdova, el más joven de los generales de la independencia americana, Atanasio Girardot inmortalizado en la batalla de Bárbula el 30 de septiembre de 1813, y el hombre de ciencias Francisco Antonio Zea, incorporado a los veinticinco años, en la conspiración de 1794, que le costó la detención y envío a España, donde paso cuatro años de presidio en Cádiz.

Obtuvo empleo en el Real Jardín Botánico de Madrid y en la Universidad de la ciudad, destacándose por sus conocimientos de las ciencias naturales y en la escritura de importantes obras científicas; fue redactor del Mercurio de Madrid. Designado director del Jardín Botánico en septiembre de 1805. La invasión napoleónica en mayo de 1808, cambio el esquema político social de España. Expulsados los franceses, nuestro biografiado se traslado a París; luego en 1815 a Jamaica. y posteriormente Haití, incorporándose a la expedición al mando de nuestro Libertador, apoyada por el presidente Alejandro Petión y el  curazoleño Luís Brión. Zarpan de Los Cayos de San Luís el 31 de marzo de 1816, Zea participo como Intendente General de la expedición; continuará con el general Gregorio Mac Gregor en julio, desde Ocumare de la Costa hasta Barcelona en la exitosa Retirada de los Seiscientos.

Acompaño de nuevo a Bolívar, en la segunda expedición salida de Haití el 21 de diciembre de 1816, asistió Congresillo reunido en Cariaco el 8 de mayo de 1817. Liberada la región de Guayana, Zea es designado en Angostura, integrante del Consejo de Estado el 10 de noviembre de 1817. Con la fundación del Correo del Orinoco el 27 de junio de 1818, ocupo la jefatura de Redacción, teniendo como valiosos columnistas a Bolívar, Juan Germán Roscio y Fernando Peñalver entre otros. Diputado por Caracas ante el Soberano Segundo Congreso reunido el 15 de febrero de 1819, y elegido Presidente del parlamento.

Permaneció en Angostura durante el desarrollo de la Campaña de la Nueva Granada.  Ante las presiones ejercidas por los generales Mariño y Arismendi, Zea renuncio a la vice presidencia el 14 de septiembre de 1819; siendo restituido por el Libertador a su regreso triunfante de la Nueva Granada el 11 de diciembre de ese año. El 17 de diciembre el Congreso creó por ley a la República de Colombia, formada por las intendencias de Venezuela, Cundinamarca y la provincia de Quito; integración conocida como Gran Colombia y Colombia La Grande; un elocuente discurso propio de la capacidad intelectual de Zea, fue ofrecido en esta memorable ocasión. Es enviado a Europa el 24 de diciembre de 1820, con la finalidad de lograr el reconocimiento de la independencia, y obtener nuevos préstamos, sin lograr éxito.

Aprovecho su estada en el viejo mundo para escribir su obra denominada Colombia; consiguió profesionales que activarán el Museo Nacional de Bogotá. Falleció en Londres el 28 de noviembre de 1822. Un cuadro en el Palacio Federal en Caracas y un monumento en Medellín eternizan su brillante obra. El Decreto del 11 de febrero de 1876, del presidente Antonio Guzmán Blanco, dispuso, que los restos de este paladín antioqueño, sean colocados en el Panteón Nacional, es una deuda que tenemos, con quien brindó los mejores años de su vida en contribuir al logro de la emancipación, bien denominado El Benjamín Franklin de Hispanoamérica.

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