En muchos sentidos podría decirse que las mamás incorporan características y comportamientos a la altura de los grandes líderes G. Riocerezo
El Día de la Madre es una especie de recordatorio anual para que todos dejen cualquier ocupación y celebren las almas desinteresadas a las que llaman como ‘mamá’, ‘ma’,‘mom’, ‘vieja’ o ‘mami’.
Hoy, es para hacerle saber a la persona más importante de la vida cuánto se le ama. Aunque todos los días deben conmemorarse como su día especial, el Día de la Madre se ha convertido en una gran celebración donde las madres son tratadas con el mayor amor y gratitud por sus hij@s y las colman con el amor que tanto se merecen. ¡Cuán hermoso es tener la madre viva y poder compartir con ella!
A los niñ@s se les ocurren ideas locas e innovadoras para hacer que este día sea aún más espectacular para ella. Puede ser cualquier cosa, desde almuerzos con bebidas espirituosas o sin ellas y hasta relajantes ratos de “spa”, una salida con amig@s o una fiesta sorpresa. Recuerde, nada se interpone en el vínculo sagrado entre madre e hij@s.
Así, la ocasión del Día de la Madre conmemora el vínculo puro de amor eterno entre una madre y sushij@s. Celebrado con gran entusiasmo en todo el mundo, es un día en el que todos los miembros de la familia se unen para hacer que este día sea especial para ella.
Los orígenes de esta celebración provienen de la civilización egipcia, donde la Diosa Isis, conocida como la «Gran Madre» era objeto de culto y homenaje. En la antigua Grecia era la Diosa Rea, madre de los Dioses del Olimpo, y en el Imperio Romano se rendía culto a la Diosa Cibeles, la Diosa Madre (de aquí, la hermosísima escultura en la Plaza Cibeles, en Madrid; recordemos que ”Europa” significa: ¡MADRE!).
El Día de la Madre se celebró inicialmente en la década de 1900 cuando una mujer llamada Anna Jarvis celebró un homenaje a su amada madre Ann María Reeves Jarvis en West Virginia, EE.UU.A. Incluso, inició una campaña para conmemorar este día como feriado público en honor a su madre, quien había muerto como activista por la paz en medio de los tiempos difíciles de la Guerra Civil Estadounidense. Para ello, también se crearon varios Clubes del Día de la Madre y luego, eventualmente, debido a sus esfuerzos, finalmente, se celebró la primera fiesta del Día de la Madre el 9 de mayo de 1914.
Aquí en Venezuela, el origen de esta fecha especial se remonta al 24 de mayo de 1921 en Valencia, Estado Carabobo, donde se hizo por primera vez una celebración para las madres de este lugar por parte de Jesús María Arcay Smith, Presidente de la Sociedad de Beneficencia Caridad y Concordia, asociación destinada a socorrer niñ@s y ancian@s–
Posteriormente, 82 Concejos Municipales de Venezuela decretaron por igual esta celebración, hasta que en el año 1924 una ley del Congreso Nacional decretaba la celebración anual en todo el territorio nacional de lo que se llamó «El Día de las Tres Madres», en honor a nuestras madres, a María madre de Dios y la madre patria. Otro dato que poco se conoce.
Lentamente, esta celebración fue adaptándose a las festividades internacionales y perdió su nombre original, conociéndose hoy en día simplemente como el «Día de la Madre», fecha que se dedica de distinta manera a honrar a todas madres (vivas y fallecidas).
Llevar un bebé en su vientre durante nueve meses, cuidarlo, amarlo desinteresadamente y parirle es una experiencia que ninguna otra persona en el mundo puede explicar con palabras. Una madre forma un fuerte vínculo con su hij@ tan pronto como sabe de su existencia. Incluso, después de que se rompa el cordón umbilical, este vínculo continúa fortaleciéndose día a día. La criatura no necesita decir “te amo, mamá”, o la madre escucharlo para mostrar sus sentimientos por sus hij@s. Es tácito y siempre está ahí en el fondo de la mente o del espíritu.
Celebrar el Día de la Madre es sólo una forma de celebrar la esencia de la maternidad. L@shij@s nunca pueden pagar la deuda de sus madres, quienes pasan por muchas dificultades para criarles y hacerles independientes. De ellas toman la impronta y empiezan a actuar. La celebración de este día es sólo una manera de saborear el vínculo eterno de afecto, amor y cuidado mutuo.
Hoy,se rinde homenaje a un miembro fundamental del núcleo familiar. Se celebra el Día de la Madre. Las madres son el comienzo de la vida, la protección, la alegría y la esperanza. Ser madre no significa solamente criar y satisfacer las necesidades de sus hij@s. Cada una de ella representa el amor y apoyo incondicionales en su desarrollo como personas.
Es por ello que hoy se honra de manera muy especial a todas las madres del mundo.
Quien tenga la dicha de tener cercaa su madre pueden compartir este día con ella, charlando, recordando buenos momentos, viendo fotos de antaño, o haciendo cosas que les gusten. Y por qué no, tener un detalle especial con ella, obsequiándole algún presente: tarjetas, flores, chocolates y otros artículos que sean de su agrado. En este día, en el uniforme de todos y cada uno de los peloteros de las grandes ligas se exhibe un detalle de color rosa, visible, y llevado con amor supremo, orgullosamente, por cada cual, sin importar su nacionalidad ni su equipo: ¡Madre, es contigo: sólo contigo y para ti..!
En muchos sentidos podría decirse que las mamás incorporan características y comportamientos a la altura de los grandes líderes:
• Líder al servicio: las madres son sin duda, el mejor ejemplo de liderazgo de servicio. Una madre siempre está ahí para ayudar, sin importar cuál sea el problema o la necesidad. Siempre buscan lo mejor para sus hij@s y hacen cualquier cosa para ayudarles en su crecimiento y desarrollo. Los mejores líderes hacen lo mismo.
• Líder motivador: la motivación es un elemento fundamental de un buen liderazgo. Está íntimamente relacionado con la satisfacción, el compromiso, y el desempeño, y es imprescindible para afrontar desafíos de mayor nivel. Desde bien pequeños, las madres alientan y celebran cada pequeño paso, cada logro o victoria. Una madre siempre encuentra momentos para animar a sus hij@s y, además, desde el conocimiento profundo de las particularidades de cada uno de ell@s.
• Líder multiplicador: las mamás tienen esa capacidad de entender de modo diferente a cada uno de sus hij@s, de manera única y objetiva (desde su subjetividad). Igualmente, un buen líder busca constantemente sacar lo mejor de cada miembro de su equipo y que las fortalezas de cada individuo sumen al conjunto, desde la mejor versión de cada uno.
• Líder confiable: La confianza es el eje vertebral sobre el que se sustenta todo buen liderazgo. Es, además, el elemento que más contribuye a la transformación y crecimiento de las personas, así como al denominado “engagement” (voz anglosajona que significa el compromiso que se establece entre varios en las distintas comunicaciones que producen entre sí). Seguramente, nuestra madre es la primera persona en este mundo sobre la que depositamos nuestra confianza y, a lo largo de nuestra vida, nos brinda su conocimiento, adquirido a través de su experiencia, ofreciéndonos consejo, orientación y perspectiva. Como los grandes líderes, ejercen también de mentores de confianza.
• Líder en la sombra: El esfuerzo y los sacrificios constantes que hace una madre, no llevan detrás un deseo oculto de protagonismo ni remuneración. Sin embargo, centran toda su atención, energía y recursos al propósito de ayudar a sus hij@s en su crecimiento. El buen líder guía, asesora y facilita, pero sabe que el verdadero protagonista es el equipo.
• Líder humilde: Los líderes que lo saben todo, no son verdaderos líderes. El verdadero líder reconoce sus errores y limitaciones, es capaz de pedir ayuda, y desde la humildad y la vulnerabilidad empatiza con el equipo generando mayor confianza y credibilidad. Un buen líder está abierto al aprendizaje, porque cuando dejas de aprender, dejas de crecer.
Asombra ver cómo nuestras mamás han ido abrazando sin miedo y a su manera los últimos dispositivos y tendencias tecnológicas a pesar de la dificultad y el cambio que les suponía, aunque sólo fuese por la motivación de mantenerse conectados con sus hij@s (sin importar cuán distantes estén por la diáspora o por otra causa).
Desde este espacio se comparte esta visión del liderazgo mayúsculo que ejercen todas las mamás y se reafirma que se puede aprender mucho de su ejemplo, siendo líderes que se esfuerzan por servir a los demás, confiables, multiplicadores, retadores y humildes. Las mejores madres ilustran cómo se ve un gran liderazgo, y todos tienen a la ¡MEJOR MAMÁ DEL MUNDO!.
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