Basyl Macias.-
Los dogmas que existían sobre las deformidades de los pies en los niños al nacer, se han ido aclarando con el tiempo, manifestó Pablo Romero, especialista en ortopedia y traumatología.
El ortopedista infantil señaló que los niños pequeños que presentan pies planos, los que caminan con la punta de los píes hacia adentro o la razón por la que se caen con frecuencia, son las preocupaciones más comunes de los padres que acuden a consultas ortopédicas.
El jefe de la Unidad de Enfermedades Neuromusculares del Hogar Clínica San Rafael y de la Unidad de Traumatología del Centro Médico La Sagrada Familia del estado Zulia destaca que los zapatos o botas ortopédicas, cables, anillos o aparatos, no corrigen las piernas arqueadas o pies hacia adentro en los niños. Es un mito de la medicina que ya se derrumbó en 1982.
El neuro-ortopedista comenta que los médicos muy bien intencionados hace 4 o 5 décadas comenzaron a buscar como alternativas los zapatos ortopédicos, procurando que estas situaciones que se entendían como anormales cambiaran.
Y efectivamente, niños que al nacer presentaban piernas arqueadas, se les colocaban zapatos ortopédicos que los ayudaban con el problema, y los médicos le atribuían esa corrección a los zapatos.
Hoy en día estamos más claros, ya que todos los seres humanos sanos nacemos con pies planos, las piernas un poco arqueadas, con el fémur y la tibia rotados hacia adentro, lo que hace normal que los niños en sus primeros dos años tengan las piernas arqueadas y caminen con los pies para adentro.
También es normal que se caigan con frecuencia al comenzar a dar sus primeros pasos, ya que está tratando de mejorar el equilibrio y se está desarrollando sobre la marcha; aunque el patrón de marcha o la forma correcta de caminar terminan de fijarse a los 5 años de edad. En cuanto a las piernas un poco arqueadas y los pies para adentro, esa corrección se dará sola, de forma natural y espontánea, cerca de los 2 o 3 años de edad.
Aunque existe un porcentaje pequeño de niños que tardan más años en corregir, puede llegar al cuatro o sexto año de vida, y aún siguen con la anomalía. Es entonces cuando los padres deben acudir al ortopedista, quien se deberá encargar de marcar la diferencia entre un niño sano u otro bebé que haya nacido con problemas.
Por eso es muy importante primero ir a la consulta con un médico especialista, donde se buscan antecedentes. Ya que es diferente en un niño que nace prematuro o de bajo peso, u otras irregularidades, que pueden ocasionarle otras patologías de base, y que deben atenderse a tiempo, ya que por lo general el médico deberá tomar alguna decisión quirúrgica.
La entrevista completa disfrútela a través de nuestro portal web en el programa Por Tu Salud con Ana Isabel Laguna de El Carabobeño Radio.
