Pareciera que el vendaval de este sistema destructivo ha terminado de descuadernar lo quequedaba como cultura política universitaria, cuya definición y consistencia ya venía debilitada de antemano.Si algo circulaba por las venas de los profesores y de los universitarios en general, por lo menos hasta la década de los 70,s, era la sangre altiva e indomable de la Autonomía Universitaria, y junto a ella su ADN, la Libertad de Cátedra. Ambas untadas con un profundo sabor a país y  dignidad humana y social. Eran el aliento y la fuerza que permitían que la Universidad Venezolana y sus componentes sociales representasen un actor activo y protagónico de la vida nacional.Gobiernos autoritarios, abusadores, fueron enfrentados con firmeza; la democracia y la libertad fueron defendidas a sangre y fuego; fueron, y han sido, muchos los caídos.

Se enseñoreó sobre la Universidad una concepción que despreciaba el sentido de la lucha cotidiana, y que cargaba la mano a su papel científico-tecnocrático, que privilegiaba la educación utilitaria, la universidad formadora de recursos humanos para la industria y el desarrollo económico solamente; en definitiva  una universidad que se distancia de su compromiso histórico político y social con el país, desconociendo su identidad como centro del pensamiento y las ideas, como abanderada por la lucha de la Democracia y la Libertad, y como cuna del conocimiento y el saber, para resolver los grandes problemas nacionales.

Esa visión, aparentemente de progreso y desarrollo, dejó en el camino cosas consustanciales a la Idea de Universidad, lo cual debilitó la fuerza política y moral de nuestras máximascasas de estudios, lo cual facilitó el asalto final;  encontró una universidad sin fuerzas suficientes para defenderse del cerco presupuestario,acostumbrado por  sus enemigos tradicionales, y el control definitivo del gobierno universitario, consiguiendo gremios y autoridades aliadas y colaboracionistas, sin la Conciencia Política Histórica de la Universidad venezolana; encandilada con el cuento de la excelencia y la academia, muy importante pero no suficiente, para defender y mantener la vigencia histórica de nuestra máxima institución política, cultural y científico- técnica.

Cómo fue que pasamos de PROFESORES UNIVERSITARIOS a trabajadores de la educación, avalado y aceptado por nuestras autoridades y gremios, para morir mendigando unos dólares más en cada contratación colectiva, como si de cualquier institución gubernamental se tratara, y no de la Heróica Universidad Venezolana que se enfrentó a dictaduras de distintos pelajes en toda su historia?

Necesitamos recurrir a nuestras fuentes constitutivas:Autonomía Universitaria y libertad de Cátedra; a nuestros orígenes políticos, morales y culturales, que explican porqué somos una Universidad y no un politécnico  superior.

Esta historia continuará…

¿Quieres recibir nuestros titulares diarios, matutinos y vespertinos?
Únete a nuestro canal de Telegram
https://t.me/titularesec

O a nuestro grupo de whatsapp
https://chat.whatsapp.com/E55qyLa9mGw2hNNrN32r1b
Con gusto te los enviaremos




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.