A 22 se elevó el número de decesos en Venezuela de pacientes con hemofilia, esperando por medicamentos, entre 2016 y lo que va de 2017. Mientras peligra la vida de otras 272 personas con esta condición, debido a que el Instituto Venezolano del Seguro Social tiene dos años sin adquirir el factor VII, el material que utilizan para el tratamiento de esta patología.

Antonia Luque, coordinadora nacional de la Asociación Venezolana para la Hemofilia (AVH), informó en el programa Por Tu Salud, de El Carabobeño Radio que en Venezuela hay 4990 personas con hemofilia y otras enfermedades hemorrágicas, de las cuales el 50% 2495 son niños.

Ante esta angustiosa realidad, la AVH lanzó una alerta al Ejecutivo Nacional. Desde el año 2013 han venido alertando a las autoridades en cuanto a la importancia de contar con dichos fármacos para salvaguardar las vidas de los pacientes; sin embargo, no se han tomado las medidas necesarias.

El principal tratamiento para la hemofilia consiste en la infusión o inyección intravenosa lenta de concentrados de factor de coagulación VIII (para la hemofilia A) o de factor de coagulación VIII, IX y Von Willebrand (para la hemofilia B). Estas infusiones corrigen la ausencia o deficiencia del factor de coagulación correspondiente.

Los factores de coagulación para el tratamiento de la hemofilia son productos de alto costo que distribuye la farmacia del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales.

Una crisis que se vive en cada rincón del país   

Las entidades donde la situación es más crítica, son los estados Carabobo, Sucre, Lara, Táchira, Nueva Esparta, Zulia y Aragua. Y la situación en el interior de la República es incluso más crítica que en Caracas, debido a que los tratamientos no son enviados de manera oportuna ni con la frecuencia necesaria del IVSS dando comunicados con tratamientos inadecuados.

También informó que el Banco Municipal de Sangre del Caracas, donde se realizan las pruebas de laboratorio para esta población, carece de los insumos necesarios para efectuar las determinaciones de pruebas de coagulaciones.

Problema que se ha venido agravando durante los últimos años, lo cual impide hacer los diagnósticos. A su vez conlleva a un evidente retraso en el inicio del tratamiento a las personas que padecen hemofilia, adicional a las precarias instalaciones sanitarias y no hay quirófanos para intervenciones ni para emergencia.

Antonia Luque recordó que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece la salud como un derecho humano fundamental, y es obligación del Estado asegurar su satisfacción por todos aquellos que lo requieren.




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