Marianela Ágreda Armas
Entre los granos es el menos conocido. Al menos eso se concluye durante diez minutos en el puesto de granos del mercado Principal de Maracay, donde amas de casa de cualquier edad quedaban con el signo de interrogación en la cara al ver el grano. Donde antes se adquiría caraota en todos sus colores, arvejas, lentejas, garbanzos y hasta maíz pilado, solo queda el recuerdo.
“Hijo, ¿que es esto?”, preguntaba una señora cabello blanco, al expendedor, un joven que no pasaba de 22 años. –Tapiramo, dijo el muchacho. -¿Y como se cocina eso? -Hay que desagüarlo, señora. No muy convencida de la respuesta ni del producto, la posible compradora siguió de largo.
El kilo de la judía rojiza con manchas blancas se ubica en Bs. 800 el kilo. Yoly Barrios, encargada del expendio, aseguró que en cuatro años frente al establecimiento, “nunca había visto una situación similar”. Se refiere a la escasez de los granos que eran el pan nuestro de cada día. Dijo que de tres proveedores, uno solo es quien le surte. Puro Tapiramo. “La gente se lleva lo único que consigue, no les queda más remedio”.
Según Barrios, el proveedor les ofreció lentejas a Bs.mil 800 precio de costo para el establecimiento. Su precio de venta alcanzará los 2 mil 340 bolívares el kilo. La encargada del expendio dijo que desde hace un año comenzó a fallar la distribución de los granos pero se intensificó hace 6 meses. Los proveedores justifican que la semilla es importada y por eso el precio, pero la gente lo que hace es quejarse.
Mientras tanto, las amas de casa recurren a otros mecanismos para rendir los alimentos ante los altos costos. Cuando tomaba en sus manos el tapiramo para observar el gano de cerca, Edith Núñez aseguró que ahora cocina más guisados “tu sabes, más salsa para que la comida rinda, pero granos que va, demasiado caro”.
