EFE
Tras su
victoria en las elecciones primarias de este martes, el republicano Donald
Trump marcha hacia la candidatura de la Presidencia de Estados Unidos con paso
firme. El magnate inmobiliario, repudiado por la dirección de su partido por su
discurso xenófobo, ultranacionalista y provocador, se impuso este martes en
cuatro de los cinco estados en liza (Misuri, Florida, Illinois y Carolina del
Norte).
La única decepción de la jornada para el empresario fue la derrota en Ohio,
donde venció el gobernador de ese estado, John Kasich.
Trump acumula 661 delegados conquistados desde que comenzó el proceso de
elecciones primarias y caucus (asambleas populares), algo más de la mitad de
los 1.237 necesarios para alcanzar la candidatura presidencial.
Muy atrás van el senador por Texas Ted Cruz y Kasich, sus dos únicos
adversarios tras la retirada del senador Marco Rubio.
El originario de Nueva York espera ser
aclamado como nominado presidencial en la Convención Nacional del Partido
Republicano que se celebrará el próximo julio en Ohio, donde los delegados
deben designar al candidato a las elecciones presidenciales de noviembre.
Pero este miércoles el diario especializado The Hill, indicó que el multimillonario tendrá que «mejorar su ritmo» a fin de alcanzar los
1.237 delegados que hace falta para evitar una Convención Nacional disputada,
es decir, sin un candidato presidencial claro.
«Creo que ganaremos antes de llegar a la Convención, pero puedo decirle
que si no lo hacemos y nos quedamos a 20 votos o 100, no creo que puedas decir
que no conseguimos la nominación automáticamente. Creo que habría disturbios»,
dijo Trump en una entrevista a la cadena CNN. Añadió que no lideraría los hipotéticos levantamientos, sin embargo mantiene el pensamiento de que podrían
ocurrir cosas desagradables.
Por su parte, el miembro de la Comisión de Reglas
del Comité Nacional Republicano, Curly Haugland, le recordó este miércoles al magnate que los
partidos políticos eligen a sus nominados, no el público en general.