A finales de 1995, cuando nuestra emisora Universitaria 104,5 FM comenzaba a salir al aire, el destacado periodista Américo Díaz Núñez, para aquel momento miembro de la Oficina del Cronista de la Universidad de Carabobo, presentó un novedoso programa radial. Se trataba de unos micros que tituló “Tiempo y Saber”, un instante en la historia de La Universidad de Carabobo.

Estos microprogramas de apenas cinco minutos, llenaron de historia universitaria al nuevo público, que quedó atrapado por la magia del recuerdo y esa manera diferente de narrar el pasado de nuestra máxima casa de estudios.

Comenzó Díaz Núñez por contar cómo nació la Universidad de Carabobo, reabierta en 1958 y creada por decreto del gobierno de Joaquín Crespo, el 15 de noviembre de 1892.

Hizo mención entonces, nuestro recordado periodista, que, como no se puede fundar dos veces una misma institución, se considera 1892, la creación de la Universidad y, 1958, su reapertura. Sin embargo, mi padre, el historiador Juan Correa, siempre afirmó que se trata de dos instituciones diferentes. La Universidad de Valencia, fundada en 1892 por Joaquín Crespo y clausurada por Cipriano Castro en 1904 y, la Universidad de Carabobo, fundada según decreto de la Junta de Gobierno, luego de la caída de Marcos Pérez Jiménez, en 1958.

Lo que sí es un hecho es que, tanto en 1892 como en 1958, la sede de las dos instituciones era la misma, el edificio situado en la Calle Colombia de Valencia, antigua Facultad de Derecho, hoy sede del Centro de Interpretación Histórica, Cultural y Patrimonial de la Universidad de Carabobo y que tuve la honra de dirigir por seis años.

A este primer programa siguieron muchos otros tan amenos como interesantes. Y habló de aquellos estudiantes de 1892, de los liceístas de 1958, de los pioneros de la reapertura, como el abogado Luis Azcunes, primer rector y el médico Luis Fernando Wadskier, quien ejerció el cargo de vicerrector y secretario simultáneamente. Conformaban ellos el Consejo Académico, conjuntamente con los decanos de Derecho, Medicina e Ingeniería, las tres facultades pioneras, Donato Pinto, José Valero y Víctor Rotondaro respectivamente.

Pero también se consideran pioneros de la reapertura las autoridades que fueron electas el año siguiente, el rector Humberto Giugni, el vicerrector Manuel García, y el secretario Emiro Puchi Albornoz. Los decanos electos fueron en Derecho José Vicente Hernández, en Medicina Juan Vicente Seijas y en Ingeniería Simón Medina Ortega. Fueron en total noventa y ocho micros.

El profesor Díaz Núñez dejó de existir el 21 de enero de 2015, cuando era embajador de Venezuela en Bielorrusia, pero se encontraba en nuestro país para someterse a tratamiento del cáncer que venía sufriendo desde hacía unos meses.

Su ausencia hizo que, por varios años, se sintiera un vacío, pero hemos notado con mucho agrado que hoy en día hay jóvenes y adultos, amantes de la historia, que están llenando nuestros corazones. Sin dejar de felicitar a la Academia de la Historia del Estado Carabobo, por sus aportes, aplaudo a Mas.Valencia por sus paseos pedagógicos por la ciudad; a Juan Carlos Rojas por su Valencia en tranvía, haciendo turismo histórico; a la gente de la Posada La Pastora, e Il Contadino, por sus conversatorios tan agradables; a Luis Cabrera y Giovanni Nani por su podcast Carabobo Mágico; a Diego Trejo por su Vestigios del pasado; así como a Luis Heracleo Medina, Franz Rísquez, Daniela Bolaños, David Osío, Rebeca Figueredo, Francisco Cariello, Toby Correa y tanta gente que está dispuesta a hablarnos de la historia de nuestra hermosa Valencia.

Anamaría Correa

anamariacorrea@gmail.com




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