La gobernadora del estado brasileño de Roraima (norte), Suely Campos, solicitó este martes al ejecutivo de Michel Temer el envío de militares y policías para reforzar la seguridad en esta zona fronteriza con Venezuela, en la que la actividad delictiva ha aumentado como consecuencia de la crisis en el país vecino.
"Tenemos dos mil kilómetros de frontera seca, con diversas vías de acceso clandestinas transformadas en rutas de tráfico de drogas, de personas y de armas pesadas por organizaciones criminales", afirmó Campos en una nota de prensa.
Impulsados por la grave crisis económica y política que vive su país, 7.600 venezolanos han solicitado refugio en Brasil en el primer semestre de este año. De este total, 6.438 realizaron el trámite en Roraima.
Las autoridades brasileñas esperan un mayor flujo migratorio, dado el agravamiento de la situación en Venezuela.
"Estamos preparándonos ante varios escenarios, es evidente que un aumento de la migración está previsto, y estamos elaborando planes de contingencia para ello", dijo a la AFP Silvana Vieira Borges, directora del Departamento de Migraciones del Ministerio de Justicia brasileño.
Campos sostuvo un encuentro con los jefes de la fuerzas de seguridad del estado este martes, según informa su boletín oficial, y se comunicó vía telefónica con el presidente Michel Temer y su ministro de Defensa, Raul Jungmann, para discutir la situación.
"Además enviamos dos oficios al Palacio presidencial de Planalto exponiendo la grave situación que pasa la seguridad pública del Estado", apuntó.
La gobernadora aseguró que informes de inteligencia regionales dan cuenta del aumento de la criminalidad en la zona y que es preciso mejorar la vigilancia de la carretera que vincula a los estados Roraima y Amazonas, "utilizada como un verdadero corredor de drogas y de armas que entran por la frontera", según el comunicado.
También solicitó el aumento de efectivos de la Policía Federal, encargada de los trámites migratorios, debido al incremento de las solicitudes de refugio en los municipios fronterizos.
Hace dos semanas, el gobierno brasileño firmó un decreto autorizando el empleo de las Fuerzas Armadas en el estado de Rio de Janeiro, a consecuencia de los índices de inseguridad.
El recurso está contemplado en la Constitución brasileña para activar el contingente militar con el fin de garantizar la seguridad pública en los casos en que las fuerzas tradicionales sean insuficientes.