El Buró Federal de Investigación (FBI) de Estados Unidos confirmó mediante una prueba de ADN la muerte de Isnilon Hapilon, autoproclamado emir del Estado Islámico (EI) en el Sudeste de Asia, informaron hoy fuentes oficiales filipinas.
Hapilon, líder de unas facciones de la organización Abu Sayyaf, murió el lunes en una operación militar en la ciudad de Marawi, en la isla de Mindanao, en el sur de Filipinas, donde rebeldes yihadistas llevan atrincherados desde hace casi cinco meses.
«Hemos recibido un informe oficial en el que el FBI de EEUU confirma que una muestra del ADN tomada de un cadáver por nuestras unidades operativas en Marawi coincide con la de Isnilon Hapilon», dijo el secretario de Defensa filipino, Delfin Lorenzana.
«Este proceso de verificación también está siendo llevado a cabo con los cadáveres de otros terroristas que hasta el momento han sido recuperados», añadió Lorenzana en su declaración recogida por el diario The Inquirer.
Hapilon murió tras un enfrentamiento de cuatro horas entre insurgentes y el Ejército filipino en el que también murió Omar Maute, líder del Grupo Maute que inició la rebelión en Marawi el pasado 23 de mayo.
Este era el único del clan familiar que quedaba libre después de que sus parientes cercanos resultaran muertos o arrestados durante el conflicto.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, declaró el miércoles en Marawi que la ciudad fue «liberada» aunque el Ejército sigue combatiendo un último reducto de una veintena de yihadistas atrincherado en la ciudad.
El conflicto ha causado más de un millar de muertos, incluidos 847 rebeldes, 163 soldados y 47 civiles, y ha desplazado a 395.000 personas que han sido alojadas en campamentos y polideportivos de localidades cercanas, según datos oficiales.
